Antojo de ti

Capítulo 11

LALI

Por la noche cuando me fui a dormir me entró un mensaje de un número desconocido, rarísimo.
Leí que la persona me puso que era Gastón, y que tenía material divertido de Peter, abrí las imágenes después de agendarlo en mis contactos.
Me reí fuerte, Peter sostenía a Juana en sus brazos mientras que enfrente de su computadora portátil apagada tenía un guión y lo estaba leyendo, seguí pasando las fotos y en otra él salía dándole la mamadera.
Al parecer Gastón se divirtió jodiendo a Peter, en la última foto el "papá" de Juana miró a su amigo con cara de orto, salió intentando tapar la pantalla del celular.
Con una sonrisa sobre mis labios apagué el velador para cubrirme con las sábanas y dormirme, estaba por conciliar el sueño y a mi hija se le dio por llorar y querer que le de el pecho.
¡Otra noche larga se avecinaba!

Abrí mis ojos al despertarme sobresaltada, por poco grito hasta que encendí la luz y lo vi a Peter tirado a mi lado, tenía la camisa a medio abrir y me sonrió con cara de pelotudo.
-¡Sos un tarado!-lo puteé en voz baja para que mi hija no se despierte-¡¿qué carajo haces acá?! ¡¿Con que derecho entraste a mi departamento y me despertaste?!
-¡Soy el padre de la criatura!-se rió y se señaló, me acerqué a su cara y detecté que había tomado al alcohol.
-¡Qué buen ejemplo de padre!-suspiré y me puse de pie para salir de mi habitación, caminé hacia el living para seguir puteándolo más tranquila, ¡en voz más alta!-ahora te vas, te volves al departamento de mi hermano y te das una ducha BIEN fría-aclaré-¡no te quiero acá y así!
-¿Y si se me va la alegría ocasionada por las bebidas alcohólicas vas a quererme acá?-elevó sus cejas, ¿se estaba haciendo el "lindo" conmigo?
Me reí con ironía y negué con la cabeza.
-¡TE VAS!-lo agarré del brazo y tiré de ahí, intenté arrastrarlo hacia la puerta pero era inútil-Peter a la una-se me rió en la cara- Peter a las dos-se soltó de mi agarre y me dejó acorralada contra la pared del pasillo- y Peter a las..
Silencio, Peter cubrió mi boca con sus labios, me dio un beso corto, no me dio tiempo a procesar mentalmente lo que había pasado, me sonrió cómo un nene chiquito y elevó sus cejas.
-¿Ahora sí me queres acá?-siguió con su actitud de "canchero" y con mis dos manos abofeteé suavemente sus dos mejillas.
-No entiendo que carajo estas haciendo, ¡pero no pienso permitirte que juegues con mi paciencia! ¡Y menos conmigo!-definitivamente me agarro de malhumor- hace días no duermo como quiero, ¡y encima te tengo que fumar en modo pelotudo!
Me la agarré con el pobre Juan Pedro Lanzani.. Él no tenía la culpa de mi humor especial, pero que haya hecho lo que hizo despertó mi instinto impulsivo para ubicar gente, ¡despertó mi pasión por pelear!
El estúpido me miró a los ojos sin moverse un centímetro hacia la puerta, se la señalé y negó con la cabeza.
-Juan Pedro a la una, Juan Pedro a las dos, Juan Pedro a las..
¡Y otra vez me besó! ¡Esta vez no dejó de hacerlo! Buscó mi lengua con la suya y agitada caminé hacia atrás, lo que ocasionó que me de la cabeza contra la pared.
Peter se rió y acarició mi cabeza, la parte donde me golpeé fuerte, después mordió sus labios sin dejar de mirarme.
-¡TE VAS!-insistí.
-¡Qué hermoso día para pelear!-siguió "buscándome" ¡en cualquier momento iba a encontrarme!
-Peter...-lo miré seria- son las..-miré el horario en el reloj del living- casi las tres de la mañana, vamos a dormir, cada uno a su cama.. Vos dejas de joderme y prometo no joderte, ¡hasta te perdono por haberme despertado!
-Seguimos peleando en otro momento La La Land-me dio un último besito y se fue.
Me quedé sola y solté el aire que había contenido, ¡¿qué carajo pasó recién?!
¡¿WTF?!

PETER

La resaca solía ser algo normal en mi adolescencia, hace bastante no me tomaba hasta el agua de los floreros, terminé a los besos con la tal Lola, y cuando estaba por entrar con ella al edificio a último momento me arrepentí, ella desabrochó los primeros tres botones de mi camisa y negué con la cabeza, me miró extrañada y me preguntó si había entendido mal.
-No sos vos soy yo-respondí cómo un estúpido sólo para ponerla molesta y que se vaya, no hay nada peor que las frases armadas, así las personas se sienten que las tratas cómo a un personaje y se resignan a seguir intentando conseguir un "algo".
-¡¿Me estas jodiendo?!-Lola elevó el tono de su voz y me pegó en el pecho antes de girarse para irse.
Suspiré aliviado y abrí la puerta principal del edificio, subí por el ascensor hasta mi departamento, bueno el de Agustín.
Metí una de mis manos en mi bolsillo y encontré la llave, empujé la puerta y me quedé desconcertado porque no era lo de Agustín.
Igualmente entré y me tumbé en la cama, ¡todo lo que pasó después fue bizarro! Lali terminó puteándome a los gritos y yo terminé "pecando"! ¡Al fin! No estaba tan mal como para no recordarlo al día siguiente, así que al dormirme en lo de Agustín lo hice de manera feliz, me había gustado hacerlo...

El timbre sonó unas veinte veces, abrí la puerta en boxers y Lali estaba con una cara seria tremenda.
-¿Y Juana?-fue mi primera pregunta.
-Eugenia esta ahora mismo con ella-se cruzó de brazos-¿pensas hablar de lo que pasó ayer?
-¡¿Pasó algo?!-me hice el estúpido para arrancar con nuestro momento favorito desde chicos: pelear.
-¡Sos un completo tarado! ¡Por poco despertas a Juana! ¡Y con lo que me costó que se duerma! ¡Además no podes entrar a mi departamento así cómo así! Por ejemplo, ¡yo ahora toqué el timbre! No estoy invadiendo tu espacio personal, ¡no estoy sofocándote con mi cercanía!-me empujó unas tres veces mientras caminaba hacia adelante-¡ésta cercanía no la quiero nunca más Peter!
La miré intensamente a los ojos y noté que se puso nerviosa, eso me hizo sonreír.
-¿Pasó algo más anoche?-incomodarla: ¡otro grande placer de la vida! Lali enojada se veía adorable.
-Nada... Nada relevante-me sacó la lengua de manera infantil- vine para que me des las llaves, la copia que tenes de mi departamento-ella estiró su brazo y me ofreció su mano.
Hice de las mías y en vez de devolverle las llaves le besé la mano cómo un "caballero".
Ella elevó sus cejas y se quedó estática, desconcertada.
-No quiero seguir peleando..-suspiró y se alejó- yo.. Tengo otras cosas más importantes que pelear con vos
-Pero pelear te hace sentir viva-esbocé una pequeña sonrisa y ella se rió, esa risa me dio la "razón"- no solo conmigo, ¡en la vida hay que pelear siempre! Pelear para hacerse escuchar, pelear para luchar por los ideales... pelear para conseguir cosas.. ¡pelear por todo! Por ejemplo yo voy a dar batalla para ganarme un personaje en una película, ¡y voy a cerrarle la boca a los que creen que no puedo hacerlo! Pelear no es sólo pelear conmigo.. Pero igualmente disfruto de pelear con vos, ¿para que ignorarlo?
Ella elevó sus cejas prestándome atención, se le formó una sonrisa y besó mi mejilla.
-Entonces vos solo encargate de pelear por tu papel, no te metas en cosas demasiado personales, eso fue lo primero que me dijiste cuando por error le pusiste el nombre y tu apellido a Juana-se cruzó de brazos- no vuelvas a hacer lo que hiciste
-¿Qué hice?-le pregunté sabiendo perfectamente lo que hice.
-No se te ocurra besarme ni una vez más-me guiñó un ojo, me respondió con ironía.
Ella no se dio cuenta, sé que no lo hizo a propósito, porque en este corto tiempo aprendí a leer las caras o gestos de Lali, se mordió los labios haciendo que a mis ojos se vea cómo una invitación a probarlos otra vez, pero no fue ninguna invitación, sólo fue un gesto espontáneo que no planificó hacer.
Si había algo que me gustaba de Lali era que no era calculadora, no solía planificar su vida, ésta siempre la sorprendía, para bien o para mal la vida la sorprendía.
Lola me buscó, se apareció en mi camino porque buscó que coincidamos y le preste atención, pero Lali no planeo nada, simplemente irrumpió en mi vida y quedamos pegados a un proyecto para nada escolar, el proyecto en sí: cuidar de una bebé que es real, no es de plástico, no es un paquete de harina ni nada de eso, Juana es real, se apellida Lanzani y lo quiera o no es la que maneja nuestra agenda y tiempos.
Hice memoria y no pude evitar sonreír al recordar a Lali, su cara de desconcierto después de que la besé, miré lo que tenía en mi mano y no dejé de sonreír.. el juego de llaves, la copia de las llaves de su departamento, ella vino para pedirme que las devuelva y se olvidó de reclamármelo, claramente hice que salga de su zona de "confort" y que sea un poco ella misma, que disfrute de un pequeño momento cómo la bella mujer de joven edad que es.
¿Se habría dado cuenta de lo linda que es al recibir sorpresivamente mi beso? El deseo.. ¿Habrá captando el mensaje de que alguien sí puede desearla?
Ojalá se haya sentido sexy, porque de todas las personas con las que en el último tiempo compartí momentos ella es la más sensual de todas, solo tiene que relajarse y dejarse llevar.. No se si del todo, pero por lo menos volver a disfrutar de otras cosas.