06

2.2K 160 50
                                    

06

La palabra deshacer era muy fea para mí, era como si me tratase de un objeto.

–¿No nos estaremos equivocando?–Pregunté con una pizca de esperanza.

Algo dentro de mí quería creer que todo se trataba de un error, uno muy grande.

–Cinco, tienes que darte cuenta. Mira ¿Qué fue lo qué pasó ayer? Hizo que te enfrentaras con once delante de todos aun cuando tu derrota contra ella estaba reciente ¿Qué ha hecho los últimos días? La ha estado entrenando por privado, le da la atención que solía darte a ti y, por último, ¿Qué ha estado pasando si te equivocas? No deja de repetirte tus errores. Brenner nunca solía hacer eso, siempre fuiste su prioridad.

Las palabras de Peter iban formando un rompecabezas en mi cabeza. Debo confesar que, de cierta manera, me había estado negando a percatarme sobre la situación. No podía seguir oponiéndome a ver la realidad, no cuando todo lo mencionado era verdad. Las piezas siempre habían estado ahí, pero no había quien las acomodase.

No tenía ni la menor idea de cuando había sido el momento exacto en que había comenzado a llorar, traté de cubrir mi rostro con ambas manos porque no quería que Peter me viera vulnerable.

–Corazón, no llores.– Peter se acercó para envolverme en sus brazos.

Hundí mi rostro en su pecho mientras las lágrimas se deslizaban por mis mejillas al mismo tiempo que yo trataba de reprimir los sollozos.

–No entiendo por qué me duele tanto.–lloriqueé.

–Tal vez porque nunca habías tenido una decepción como esta.

–Siento que mi vida no tiene sentido ¿Qué se supone que haga aquí si ya no soy útil para él?–Me separé un poco para verle el rostro.

Peter aprovechó para levantar sus dedos pulgares y, posteriormente, deslizarlos por debajo de mis ojos. Había limpiado mis lágrimas.

–¿Quieres comenzar a vivir tu vida? Yo puedo ayudarte.–Se ofreció de ayuda.

–¿Ayudarme? ¿Cómo? No, espera. No quiero que vuelvan a castigarte. –Negué con la cabeza logrando que él soltase una risita.

–En primera, los castigos de Brenner no son nada para mí.– Acarició suavemente de mi mejilla derecha con su pulgar.

Me comenzaba a gustar la manera en la que me sentía cuando estaba junto a él, una parte de mí deseaba que estos momentos fueran eternos.

–En segunda, solo tienes que unirte a mí.– Sonrió mostrándome su perfecta dentadura.

Parpadeé un par de veces al intentar procesar la oración.

–¿Unirme a ti? Creí que estabas del lado de papá, quiero decir, trabajas para él ¿No deberías estar de su lado?–Hice una mueca de desconcierto.

–Hay tres cosas que no te había dicho por temor a ser rechazado, pero en vista de que nos estamos sincerando por completo, creo que es hora de contártelas.

Puse atención en sus palabras, si no me las había comentado no cuentan como mentira ¿Cierto? Él seguía siéndome sincero, Peter no podía mentirme, no cuando era quien me estaba haciendo darme cuenta de la verdad.

–La primera es que acato las órdenes de Brenner porque no tengo otra opción, me reclutó desde que era un niño, pero no suelo tener los mismos pensamientos que él.

Un gemido de sorpresa se escapó de mis labios.

–¿Desde niño? ¿Has estado en las mismas condiciones como yo?

Despise | Peter BallardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora