Epílogo

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Henry Creel había pasado la gran parte de su vida despreciando al doctor Martín Brenner, mi padre.

Durante muchos años, en cuanto Henry fue creciendo, iba cambiando su propósito de vida. De esta manera, estableció como objetivo regresarle una cucharada de su propia medicina al doctor que lo había mantenido privado de su libertad para convertirlo en un experimento.

Cuando Henry cumplió la mayoría de edad, lo obligaron a trabajar para el laboratorio de Hawkins bajo un nombre ficticio, en vista de que era la única manera de no perderlo de vista. Asimismo, el D.r Brenner se encargó de limitar el uso de sus poderes para que este no pudiera contraatacarlo.

Mi padre bajó la guardia ante el buen comportamiento de Henry, pero este no se esperaba que todo se tratase de una farsa con el fin de ganarse su confianza.

El hecho de haber ingresado como empleado al laboratorio, le trajo muchos descubrimientos a Henry que lo ayudarían a cumplir su objetivo. Tras esto, terminó percatándose que la hija biológica de su peor pesadilla, era parte del proyecto que había dado inicio con él.

El primer movimiento que Henry tuvo que hacer fue aconsejar a la pequeña once quien batallaba para usar sus poderes. De este modo, la atención del doctor se enfocaría en la niña que inesperadamente había conquistado sus habilidades psíquicas con la esperanza de convertirla en un arma mortal. Una vez que Henry logró dar con éxito su primer paso, procedió a acercarse de manera amistosa conmigo.

Una chiquilla de diecisiete años, casi dieciocho, sigue siendo lo suficiente manipulable para no caer en cuenta sobre las malas intenciones de los seres humanos.

Era casi imposible que no desarrollara una gran confianza hacia la persona que me ayudó a conocer los rayos del sol. Mi más grande error fue haberme enamorado de Peter Ballard sin saber la existencia de Henry Creel.

Mis poderes desaparecieron a causa de que Henry tenía la habilidad de alimentarse de los más vulnerables. Por eso, una de sus misiones había sido  enseñarme una versión falsa sobre la historia de mis padres para que esto me afectase emocionalmente.

Desafortunadamente, Henry nunca consideró la posibilidad de desarrollar sentimientos hacia la persona que lo llevaría a lograr su cometido, yo.

Henry Creel me arrebató la vida para no sentir que alguien influenciaba en sus decisiones y, además de esto, era la manera perfecta de terminar hundiendo a mi padre.

Tras mi muerte, él terminó triplicando su poder y, desafortunadamente, Henry tenía la intención de terminar con la humanidad sin importar lo que tuviese que hacer para conseguirlo.

Los individuos, el pueblo de Hawkins y el resto del mundo se encontraban en peligro y, lamentablemente, ya no existía la única persona que era capaz de ponerle un fin. Ninguno de los participantes del proyecto de papá tenía la suficiente potencialidad que yo había adquirido, ya que al ser su hija biológica, se me había dado más energía que al resto.

Tal vez, esa había sido siempre su verdadera intención, matarme para liberarse de cualquiera oportunidad de ser detenido.

Epílogo dedicado a @skye_bower por ser mi primera lectora y una de las razones por la que continúe con la historia.

Despise | Peter BallardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora