21. Jaque mate

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3 de mayo.

00:01 a.m


Me miró con los ojos completamente abiertos, asombrados. Suspiré y me resistí a aguantar su mirada, esperando a que dijera algo, cualquier cosa. Que diera muestras de vida o que me mandara a la mierda. Solo necesitaba una señal. Parpadeó, sin dejar de mirarme. Tenía el pulso acelerado y me temblaba la mano. Mi cerebro debatió mil cuestiones en apenas unos segundos y sentía que me iba a explotar la cabeza. Tomé aire y le cogí la mano. David bajó la mirada hacia nuestras manos, aún con mueca de confusión. Le di un ligero apretón antes de decidirme a hablar.

–Nunca murió en el incendio. No fue culpa de tus amigos, ni tuya por dejarla un momento. Al ver la primera llama debió asustarse y esconderse en algún sitio. En algún sitio mal situado. No salió de allí aquella tarde, y la policía no encontró su cuerpo a la mañana siguiente, porque había salido por la noche. Supuestamente cuando recobró el sentido de un desmayo debido al incendio. Salió a la calle y comenzó a caminar sin rumbo. La encontró un matrimonio catalán que estaba de viaje y se había perdido, por la carretera. Intentaron hablar con ella, pero parecía como si no captase bien la información. Decidieron llevarla a un hospital, en Almería. En seguida diagnosticaron un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza, seguramente de alguna madera del local, lo que causó que se desmayase y no pudiese salir a buscarte, podría haber estado así un par de horas. No se acordaba de nada porque tenía amnesia postraumática, como María.– me detuve un momento a coger aire, sin tener el valor de mirar a David.– Al no acordarse de nada, no pudo decir ni quiénes eran sus padres, ni siquiera cómo se llamaba ella. Los médicos insistían en quedársela unos días ingresada, pero la pareja insistió en que se quedase con ellos. La llevaron al hotel y consiguieron ganarse su confianza. El marido tenía un problema reproductor: era estéril, por lo que al ver a aquella niña tan inofensiva, perdida y dulce, que no había sido reclamada ni ella sabía qué reclamar, decidieron adoptarla. El matrimonio ya tenía otros dos hijos adoptados; un árabe y una china. Justo el día en el que volvían a Barcelona, con la niña, salió en las noticias el caso del incendio en aquel karaoke. El hospital afirmó haber recibido la visita de una enferma, y con unas muestras de sangre que tenían, identificaron su nombre. Intentaron llamar a la poca familia que tenían en los registros, pero al parecer, los padres se habían mudado e intentado crear una nueva identidad después de la tragedia, y tampoco se sabía nada de su hermano. La policía habló con los catalanes y, como nadie lo impedía, se llevaron a cabo los trámites de adopción. La niña conservó el nombre de Lucía, pero con el apellido de la familia. La pareja estuvo bastante tiempo buscando el paradero de su antigua familia, pero nunca pudieron encontrar a nadie.

Notaba el pulso de David latir con fuerza solo con cogerle la mano. Temblaba y soltaba suspiros entrecortados por la agonía de las lágrimas que le caían por las mejillas. Se mordió el labio y cerró los ojos, dejándose llevar por la emoción del momento. Porque sí, estaba llorando, mucho, pero con la sonrisa más grande que le había visto nunca iluminando su rostro. Negó con la cabeza y se limpió la cara con el dorso de la manga. Me miró con los ojos acuosos, llenos de cariño. Se me encogió el corazón.

–Felicidades.– le dije, acariciando la superficie de su mano y esbozando una sonrisa.

Se deshizo de mi agarre, apartó el sobre de encima de sus piernas y, con ambas manos, me sujetó por las mejillas para aproximarse a mí y besarme. Le abracé por el cuello y cerré los ojos. Le devolví el beso con un montón de emociones demasiado confusas dentro de mí. Separó nuestros labios apenas unos milímetros, y pegó su frente contra la mía. Me acarició suavemente con los pulgares y yo jugué con su corto pelo. Nos quedamos así no sé si segundos, o minutos, pero era tan sumamente perfecto que no me apetecía moverme para nada.

Total disaster. /\- SDE3 ~ David (Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora