Dark King

Capítulo 27

Veo el cielo sorprendido de poder apreciarlo. ¿no debería estar muerto? ¿será que de hecho lo estoy? El firmamento está de color azul pero no azul brillante, solo azul como cuando va a anochecer o ¿quizás es que esta amaneciendo?
La primera cosa que sentí cuando mis ojos vieron el cielo fue: alivio, paz, fue como si algo que me mantenía pesado se hubiera ido, me sentí ligero.

No recuerdo nada. ¿Qué pasó? Sé que estaba peleando contra vector y estaba perdiendo pero luego… Nada, no hay nada mas.

Una pequeña bolita de luz pasa cruzando mis ojos, ¿una luciérnaga? Otra mas flota al lado de mi cabeza y unas cuantas mas flotan cuando me siento despacio deteniendo mi cabeza que se siente como si todo diera vueltas.

Toso un poco siendo incapaz de reprimir mis pulmones. Me siento raro.

Parpadeo un par de veces y miro mi entorno. Quinella está de rodillas a unos metros a mi izquierda, su mirada vacía puesta en el horizonte. ¿acaso esta llorando?
Un poco más allá yace Eugeo inconsciente pero su pecho sube y baja. Esta vivo, bien, suspiro. Estamos bien.

—¿Kirito-Kun?—

¿he? Miro hacia arriba, al frente donde mis ojos no habían llegado todavía. Me tenso, todas las alertas se encienden en mi cabeza, mis ojo hacen grandes y recobro la lucidez de inmediato.

—¿Asuna? ¿c-como es que estas aquí? — frunzo el seño. ¿estoy alucinando?

Me pongo de pie y trato de llegar a ella pero de pronto, justo cuando estoy a punto de alcanzarla, se aleja caminando unos cuantos pasos atrás.

—¿Qué sucede? Me siento extraño, ¿estoy muerto? ¿Por qué estas aquí? deberías estar en el castillo, sana y salva ¿o pasó algo, están todos bien?—

Sonríe. —primero, no estas muerto, segundo, no te enojes con los guardias, yo me escapé sin que nadie se diera cuenta, ¿recuerdas esa puerta secreta de la que me hablaste? Resultó ser muy útil y tercero, todos en el castillo están bien.—

¿se escapó? ¿Pero en que esta pensando, por qué hacer algo así?
No, espera, no debo enojarme, aun no se que está pasando, la verdad creo que estoy en un sueño o… Solo es que estoy muerto. Quizas sea eso.

—eso es un alivio. Pero… Aun no me dices por que estás aquí. No deberías estar aquí.—

¿Qué me estoy perdiendo? Hay algo ahi a lo que no puedo darle. sentido

—no hay tiempo para explicar, Quinella puede ponerte al tanto después, ahora necesito que me escuches.—

—¿Qué?— parpadeo. —¿Por qué Quinella?— 

Su mirada se suaviza. —Kirito, no queda mucho tiempo así que escucha.
Te amo, no puedo decir que siempre te he amado porque al principio creo que no me gustabas mucho. —ríe.

Bastante justo, yo también pasé por lo mismo.

—pero al final me enamoré de ti. —continúa. — te amo más de lo que imaginé posible.—

Sonrío —también te amo Asuna y a decir verd…

—espera, déjame terminar. —corta mis palabras.—  Se que me amas, puedo verlo, pero ahora necesito que seas fuerte; por mi, por nuestro hijo que ahora te necesitará mucho mas que antes… Háblale de mi ¿si?, dile lo mucho que lo amo, dile que lo siento, nunca quise dejarlo, creí que podría volver con él pero me equivoqué, no soy tan fuerte como creía. Está bien si me guarda rencor, aún así lo amo y espero que algún día pueda perdonarme.—

Ella esta llorando, dice cosas que no comprendo mientras no deja de llorar. ¿que está pasando?

—y tu Kirito, no te culpes, esto no es tu culpa, fue mi elección, no dejes que el dolor te consuma, eres mejor que eso; quiero que vivas, ríe, sueña, come comida deliciosa, pero sobre todo vive, vive por mi. —