Capítulo 29

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El 14 de febrero, Marianne recibió un hermoso bouquet de parte de Dimitri, desde muy temprano. Antes de salir rumbo a la escuela había llegado ese arreglo, ella a su vez le había mandado un libro de un autor favorito de Dimitri y una exclusiva caja de chocolates.

De esta forma, al llegar a la escuela, Marianne estaba complacida con la forma en la que pasaba ese día, sabiendo que tenía una relación sana. A diferencia de su vida anterior, en donde en vano había tratado de darle chocolates y demás regalos costosos a Evan sin éxito. Ni siquiera cuando estuvieron casados, Marianne había podido darle algún obsequio a Evan en esas fechas.

Marianne pensó que su vida anterior había sido realmente triste, de una forma innecesaria. Incluso estar casada con el hombre de tus sueños podía ser una pesadilla cuando él te odiaba.

Así que Marianne se permitió ver con un corazón tranquilo las festividades e incluso pudo alegrarse al ver a Evan recibir unos chocolates de Aira, algo por lo cual había sufrido tanto Evan en su otra vida.

Sin embargo, Marianne también pudo observar la molestia que se veía en el rostro de Aira al ver los lujosos chocolates de marca que otras chicas le habían dado a Evan. Incluso sin conocerla era claro que se comparaba sus chocolates caseros con esas cajas lujosas que las chicas más pudientes le llevaban.

Marianne sabía que Evan no se impresionaba con esas marcas, pero ¿acaso representaba un problema para Aira? Con Steven las cosas fueron diferentes porque él nunca generó tantas emociones en las chicas, a pesar de ser también popular.

Tal vez, Evan al tener esa aura de ser inalcanzable, también generaba sentimientos desmedidos e idealizados.

A la lejanía, Marianne los alcanzó a ver discutir por los ademanes que tenían. Por el bien de ambos, Marianne esperó que todo siguiera sin mayor complicación.


Ardiente pasión o la villana decide ser felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora