Capítulo 53

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En la mejor habitación del mejor hospital del país, estaba Evan que acababa de recobrar la conciencia después de que un tráiler había chocado contra el suyo. Su vida literalmente había pasado ante sus ojos, pero eso no era lo más sorprendente.

Al recuperar el sentido, Evan no solo había recordado otro accidente parecido. Había recordado otra vida, una vida en donde era mayor y donde su esposa había fallecido cuando un tráiler chocó contra el auto que manejaba.

En esa otra vida, Evan se había visto tomando decisiones totalmente diferentes que lo habían llevado a la soledad y a descubrir demasiado tarde lo que había perdido.

Con lágrimas en los ojos, se vio a sí mismo llorando desconsolado por la muerte de su esposa, de una Marianne que se había intentado alejar de él y a quien había hostigado por culparla erróneamente de que Aira no lo amase. Todavía podía sentir ese terrible y ominoso sentimiento de pérdida al estar en el funeral de Marianne acompañado de sus dos hijos.

Podía sentir los abrazos de dos adolescentes que estaban destrozados de perder a una madre a quien habían rechazado y a quien habían culpado. Evan experimentó cómo ese otro Evan había descubierto al perder a Marianne que esa mujer había sido realmente el amor de su vida.

Demasiado tarde se había dado cuenta que Aria no estaba interesada en él, pero más allá de eso, Evan había entendido que lo que sentía por Aria no era real. Evan había, por fin, comprendido lo que Marianne le había dicho y gritado mil veces, lo que sentía por Aria era una fantasía, una obsesión.

Mientras sus padres veían con preocupación sus heridas, Evan trataba de reconciliar esa otra vida con esta.

En esta vida Aria y él habían salido brevemente y la relación no había funcionado, por lo que rápidamente se habían separado. Tan indiferente había sido esa separación que habían continuado siendo amigos.

Después de eso, Evan había notado a Marianne y había descubierto que le gustaba, por lo que había buscado la oportunidad de convivir con ella después del accidente que había ocurrido mientras Marianne le servía aquella taza. Evan se había enamorado e incluso se le había declarado. El rechazo de Marianne lo habían llevado a salir a beber con amigos con tal de olvidarla.

El día del accidente Evan le había dicho a Steven que no podía sacarse de la mente a Marianne y entre copa y copa había maldecido el hecho de que estuviese comprometida. Marianne le había parecido desde el primer momento una chica hermosa y profunda .

Ahora con los recuerdos de otra vida, podía ver que Aria tenía un encanto natural que era totalmente fresco para alguien como él o como Steven que estaban acostumbrados a una sociedad llena de reglas rígidas.

Incluso, por un momento, escuchó al Steven de la otra vida hablando con ese otro Evan después de la muerte de Marianne, quien le dijo que Aria había sido su sueño de una noche de verano, había sido esa ilusión de juventud, pero que había sido desafortunado que Evan no hubiese comprendido que la Aria de su imaginacion no era real..

La Aria real tenía virtudes y miles de defectos, era un espíritu libre que no quería un matrimonio tradicional y mucho menos a alguien tan serio y determinado como Evan.

Aquel otro Evan había necesitado ver a Aria molesta diciéndole que nunca había estado interesada en él y que jamás había considerado que Marianne se interpusiera entre ellos, porque nunca hubo nada, ni lo habría.

Pero había sido en el funeral, cuando veía las distintas fotos de Marianne desde su niñez hasta su vida adulta cuando Evan comprendió cuánto lo había amado Marianne para soportar su indiferencia.

Mientras veía el techo blanco del hospital, Evan pensó en que tenía otra oportunidad que no debía desperdiciar.


Nota: ¿Quiénes imaginaron este escenario? ¿Habrá cambiado Evan? ¿Qué pasará ahora que Dimitri tendrá un rival? Me encantará escuchar sus opiniones.

Ardiente pasión o la villana decide ser felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora