Marianne sentía que estaba en una encrucijada, ya que Evan realmente necesitaba ayuda para poder desplazarse por el campus, sin embargo, ser ella quien le tuviese que ayudar le inquietaba, pues su intención en esta vida no era, ni nunca había sido convivir con él.
En ocasiones se sentía culpable, porque Evan no la presionaba para acompañarlo y, al contrario, siempre le agradecía su ayuda. Incluso en ocasiones le reiteraba que podía adelantarse... desde luego se sentía comprometida a auxiliarlo.
La otra razón que provocaba sentimientos encontrados en Marianne era que Evan actuaba diferente, definitivamente era distinto. Menos áspero, más amable y atento. Sin duda, Evan seguía teniendo carisma y atrayendo a toda la clase, pero era claro que se mostraba cálido en su trato hacia ella.
Más de una vez Marianne pensó en lo que podría haber pasado si el Evan de su otra vida hubiese sido un poco parecido a este. Sin embargo, nada de lo que pasaba la había hecho cambiar de opinión. Aunque Evan era diferente, no era lo que ella esperaba o deseaba.
Para Marianne, cada día que pasaba significaba un día menos para el regreso de Dimitri.
ESTÁS LEYENDO
Ardiente pasión o la villana decide ser feliz
ChickLitArdiente pasión o la villana decide ser feliz Una villana con sentimientos y un protagonista frío casados por 17 años deciden divorciarse. Un matrimonio gélido arreglado entre familias poderosas. Una relación más de odio que de amor. La villana ha...