Lunes, 30 de diciembre del 2019
Me deja en la entrada de la empresa y se va, cosa que me sorprende; es primera vez desde el accidente que me deja sola en la empresa, así que me toca aprovechar mi tiempo a solas y terminar todo lo que tengo pendiente antes de la cena de esta noche. Corro a mi oficina y comienzo por los papeles que tienen los valores de la fusión por la que Noah tanto peleaba, Cas lo guío a consultar los totales con expertos y ellos encontraron varias irregularidades; luego le pidió ayuda al abogado de la empresa para denunciar a la ex contadora de Industrias Vaughn por fraude. Y sinceramente, me preocupaba su tranquilidad a la hora de denunciar, pero no me entrometí en su labor.
Posterior a eso o bien, el resto de mi tarde lo uso en firmar, revisar y archivar documentos. Y como a las nueve de la noche decido subir al penthouse acompañada por Cas, quien abre la puerta y me deja entrar, indicándome que debo ir hacia el cuarto, y sobre la cama hallo una caja en color rojo junto a una rosa azul y una nota.
«Te quedará maravilloso»
La nota no tiene firma, así que no me queda de otra que abrir la caja y hurgar su contenido. En el interior hay un vestido blanco, corte princesa que llega por debajo de la rodilla y su escote es tipo barco junto a unas mangas abombadas; volteo el modelo y encuentro que la espalda está casi descubierta, si no fuera por un cierre imperceptible y unos botones del mismo color del vestido; estaría mostrando todo. La caja también tiene un par de zapatos, wedges o zapatos de cuña en color blanco con una correa que va cruzada en el tobillo. Volteo a ver a Cas, que es la única que conoce de ropa en este lugar.
—No sé de quién es —levanta ambas manos y niega—, solo sé que debes ponértelo.
Observo las cosas con mucha perspicacia, pero no alcanzo a reclamar porque me jala al baño con premura, entregándome una bata y toalla para el cabello que agarra en el camino.
—Dúchate, para que después te maquille —cierra la puerta, dejándome llena de dudas, aunque cumplo lo que pidió.
Me ducho intentando mantener la mente en blanco; luego salgo a la sala para dejar que cree magia en mí. Me ayuda a secar mi cabello para después hacer media cola de caballo y deja el resto de pelo suelto con sus ondas naturales; en el rostro realiza un maquillaje bastante básico objetando que: "opaco al mismo maquillaje con mi belleza" hasta me salió poeta la cuñada.
Ni cuenta, me di cuando ya tenía el vestido puesto y estaba dentro del ascensor. Cas me escoltó al piso de abajo para ver que entrara en el vehículo que me llevaría a la cena con dios sabe quién.
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¿Existe una segunda oportunidad?
Random«Lo acabas de decir te amaba, esa mujer que hacía eso desapareció el día que se fue de tu casa. Arruinada y destruida, en ese momento nació esta mujer; la que ves ahora». Ella y él, dirían que no estaban para nada destinados a estar juntos si no fue...