«Lo acabas de decir te amaba, esa mujer que hacía eso desapareció el día que se fue de tu casa. Arruinada y destruida, en ese momento nació esta mujer; la que ves ahora».
Ella y él, dirían que no estaban para nada destinados a estar juntos si no fue...
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Sábado, 14 de diciembre del 2019
Levantarme el día de hoy me costó horrores, mucho más que cualquier otro y todo debido a la pastilla que me tome anoche, si no fuera porque el jovencito que me despertó no habría reaccionado. Mi hijo estaba muy emocionado porque iría con su padre a la iglesia; sin contar, que se vistió muy elegante para acompañarlo y asistir a la dichosa boda que su padre y Alondra planearon con tanta dedicación.
Por mi parte, agradecí que estuviera listo porque yo tuve que hacer todo corriendo, ya que tenía una reunión a la que no llegaba y tuve que cancelarla a última hora para alistarme; y otra con Gael, que solicitó mi ayuda un día que no trabajo. Y para mi suerte, justo cuando iba camino a la empresa, mi celular sonó con un mensaje nuevo.
Jo:
Te espero en el café que está en la esquina.
Recalca en el mensaje, pensando que estoy en el trabajo.
Noemy:
¿Solo a mí?
Le escribo devuelta, apenas el semáforo cambia de color a rojo y la gente comienza a cruzar la calle; esperé con el celular en las manos.
Jo:
Estará Dante y Cas.
Es lo que alcanzo a leer antes de dejar el celular en su lugar y pisar el acelerador cuando la luz cambia a verde, y así poder llegar cuanto antes al café. Estaciono frente a este y bajo rápido para no demorarme más de lo debido. Entro al café y saludo a Guadalupe, la dueña del sitio a la que le tengo mucho respeto. Avanzo por el local buscando a mis amigos y los ubico sentados en una mesa frente a la ventana, ocultos de la prensa, pero a plena vista.
—Hola —saludo y me siento en el espacio libre que dejaron para mí.
—Me alegro de que pudieras venir —asiento como soldado—. Los llamé por esto —saca tres carpetas con números: tres, cuatro y seis, y las entrega—, deben saber que fueron a buscar el día del baile.
Abro la carpeta en un movimiento rápido cuando escucho de que trata, dentro de esta hay varias fotos de Bruno Garza como militar y un informe detallado de lo que hizo en el campo.
—Bruno Garza vendió información del estado a alguien, solo por salvar su vida —explica—. La pregunta era, ¿a quién? ¿Y qué tipo de información? —se calla y bebe de su café, que a pesar de que humea no logra hacer que Jo suelte alguna mueca—. Cuando ustedes irrumpieron en la fiesta, logramos saber qué tipo de información y porque la quería ocultar. Hace unos meses descubrieron donde escondía el estado los escorpiones y fueron robados.
