Prueba de amor. (Cabo Pompón🧡 x Azulín💙)

🔹 Capitulo 3: Pijamada parte 1.

[...] Finalmente llegó la noche.

Pompón después de un arduo día de trabajo, y despues de darse un baño; medio vestido con su camiseta y calzoncillos, se quedó mirando al espejo de cuerpo completo que tenía en su habitación. Trataba de auto-evaluar su aspecto... Casi nunca lo hacía, pero por alguna razón tuvo extremo cuidado con su apariencia. Estaba nervioso realmente apesar de que era un oso guapo no se sentía suficiente para Azulín.

«¿El será de los qué les importa mucho la apariencia?» pensó desanimando.

Bueno, que importa, tiene que ir con él sí o sí.

Procedió a la puerta y salir, con mucho cuidado para no hacer ruido puesto que el pasillo rezumba eco aunque gracias a Dios era imperceptible está vez, la suerte estaba a su favor. Salió sin mayor problema y empezó a caminar por el campo abierto. El cielo estrellado y la luna menguante tan brillante, le daban cierta confianza. Se imaginaba un escenario mental compartiendo este momento con el osito azúl que tanto le robaba el pensamiento y la razón. Suspiró mientras inconcientemente daba giros y saltaba de tanta emoción.

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– Eh, chicos, ¿Trajeron las cosas? – Preguntó Sonrisas a sus amigos, mientras tenía en la mano una bolsa de papel.

– ¡Claroo! Esta botella la saqué del templo y al robé. Felicitenme por tal hazaña. – dijo Pandi totalmente confiado.

– Finalmente algo de buen licor. Esta noche será tan divertida... No obstante, no hay que emborracharnos porque mañana hay entrenamiento, como todos los días. – agregó Coco, estaba emocionado por la pijamada pero tenía que poner ciertos límites y ser el adulto parcialmente responsable. Obviamente no iba a dejar que los cacharan a todos por un descuido. Y después un gran sermón del Padre, suficiente tenían ya con el remordimiento de robar algo.

– Diversión, diversión, diversión.🎶– Cantaban Beackly y los gemelos Mimosin mientras acarreaban muchas almohadas y unas mantas, acomodaron todo para hacer una gran cama en el centro de la habitación.

Achuchones con algo de nervios, se acercó a Gordi, quién estaba a lado de Azulín; sin embargo Azulín ya estaba acostado y recargado de lado, dándole la espalda a su hermano (y a todos) Gordi que estaba sentado en la esquina de la cama.

– Gordi... ¿Quieres unirte a la pijamada? Te invito yo. – decía mientras tomaba su manita rosada.

– ¿Yo? ¿De verdad?– exclamaba alegremente con brillo en los ojos.– S-Sabes yo ya sabía que lo estaban organizando así que me encargue de contrabandear algunos bocadillos... Jeje, n-no preguntes cómo. –

– ¡Perfecto! Ven. – estaba el osito color menta apunto de llevárselo hasta que...

– Espera un momento Achuchones. – se acercó a Azulín, y le tocó delicadamente el brazo. – ¡Azulín! ¿Quieres unirte a la pijamada?

– No, déjame en paz. – dijo rápidamente con una voz amarga.

– Pero Azulín... Vamos. – insistió el oso rosado.

–¡Que no! No quiero estar en su estúpida pijamada y ahora déjame solo. – le gritó con una voz aún más feroz.

– ¿De verdad no te importa que vaya con Achuchones? – le costó preguntarle, pero inconcientemente salió está pregunta de su boca.

Azulín enfureció, se levantó de su sitio y empujó a Gordi con mucha fuerza. Achuchones con buenos reflejos alcanzo a atraparlo antes de que cayera al suelo.