🔹 Capitulo 4: Pijamada parte 2

2.4K 225 134
                                    


Mientras tanto, en el cuartel de los reclutas:

Una pijamada muy ambientada, entre todos habían olvidado sus diferencias para pasar un buen rato; excepto Azulín, quien estaba en posición fetal en su cama, alejado y asilado de todos, llorando y autocompadeciéndose. En fin, aunque lo intentarán no podrían animarlo hicieran lo que hicieran y para ellos era mejor ignorarlo.

Comieron los bocadillos que contrabandeo Gordi y le agradecieron.
¡Gracias por tomarte la molestia, Gordi!– Expresaron todos ya que cenaron gachas y tenían un sabor amargo en la boca, así que comer aquellos dulces era estar en el cielo.

Después de comer y hablar un poco, contarse chistes, etc, empezaron los juegos.

– ¡Que maravilloso es comer algo que no sean gachas! – dijo Sonrisas mientras comía su porción de tarta de arándanos.

¡Si! Pero deja de comer tan deprisa que te vas a atragantar. – Le dijo Pandi al darle unas palmaditas en la espalda mientras se reía haciendo que realmente se atragantara, pero no era nada grave simplemente tosió.

¿Han probado la tarta de arándano congelada? Es una delicia. Solo que a Azulín no le gusta. – agregó Gordi.

No te preocupes, yo me la como con todo gusto. – exclamó Achuchones, y abrazó a Gordi con un brazo.

Coco rió ante ese comentario. Progresivamente todos empezaron a seguirle la risa pues vieron doble sentido en ello, incluido Gordi.

¿Hace cuánto no te comes una? – dijo Coco en tono de broma.

–¡Ora! Malpensados.– separó su brazo de Gordi y cruzó los brazos como gesto de indignación, pero pocos segundos después también sonrió. «Bueno pero si tuviera uno enfrente.... »

Gordi estaba realmente feliz, en esta noche todos estaban contentos, las bromas no eran con el afán de ofender y todos lo veían con sarcasmo. Todos se comportaban muy amables y tratándose como amigos; Gordi jamás había estado en un ambiente tan agradable desde que murió su madre, así que este era un momento muy especial. Volteó un momento a ver a Azulín, ni siquiera parecía que respiraba pero el osito rosado tiene mucho conocimiento anatómico respecto a su hermano, no era nada grave. A él le daba mucha pena verle tan mal, sin embargo hacerlo enojar más nunca será una buena idea. Volteó la cabeza cuando escuchó la voz de Achuchones.

Muy bien, ahora el siguiente juego será dibujar cosas en la piel del otro mientras dice algo bueno del mismo. Empiezo yo. – tomó un marcador y se dibujó a el mismo una flor. – Yo soy P-E-R-F-E-C-T-O. –

Oye así no se vale. – dijo uno de los gemelos Mimosin molesto.

Achuchones solo lo miró y rió nervioso, estaba acostumbrado a auto-halagarse, borró la florecita de su mano. – Je... Perdón, empiezo contigo Sonrisas...– el osito naranja estaba a su lado derecho, y el osito color menta le dibujó una mariposita. – Tú eres muy agradable.– 

Wuu... Me toca. – Sonrisas se acercó a Pandi y en la mejilla le dibujó una luna. –Tu estás bien pendejo, te quiero mucho. – lo decía en tono de burla, igualmente todos rieron menos Pandi. El enojo no le iba a durar mucho ya que después de todo Sonrisas era un bromista algo pesado.

Y así prosiguieron, todos ya tenían varios dibujitos en todos su cuerpo. Excepto Gordi, cuando llegó su turno nadie sabía que decirle... Lo tenían en un estigma muy extraño, puesto que Azulín nunca dejaba a Gordi mostrar alguna cualidad buena o características que no sea su peso o su inseguridad con tal de no dejarse opacar por su hermano color rosa.
Pasaron unos minutos algo incómodos, y con Gordi con el corazón achicado.

Prueba de amor. (Cabo Pompón🧡 x Azulín💙)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora