Cabo Pompón de una patada abrió la puerta de su oficina-habitación; cómo tenía mucho trabajo y normalmente pasaba la noche más en esa oficina que en su propio cuarto asignado, decidió adaptarlo para convertirlo en algo más cómodo, tenía sus cosas ahí, incluyendo un horno para cocinar y una ventana grande para ver al exterior.
El osito amarillo se sentó en su escritorio; era bastante amplio y completo, pero estaba repleto de documentos, cartas, hojas de papel y artículos de oficina. Todo perfectamente ordenado aunque pareciera todo un desastre. Dejó las cajas en un lugar seguro.
Lo primero que hizo fue cambiarse la gasa y la venda que llevaba puesta, estaba completamente llena de sangre y aunque siguiera los protocolos médicos para atender su herida, parecía que nunca iba a sanarse si seguía moviéndose cómo si no necesitará dejarla descansar. Las costras de sangre eran dolorosas de quitar, pero era necesario.
El osito amarillo tenía la extraña costumbre de comérselas, inconcientemente se las metía a la boca y empezaba a masticarlas. Nadie le dijo que eso era raro hacerlo y por ende, importaba poco.En total, había remplazado sus vendas cómo unas 5 veces en toda la tarde. En ese momento eran las 7:00 pm, y apesar de que necesitará descansar no era posible que parará, tenía que llenar documentos y realizar una presentación para una reunión que tendría en 1 hora, para Pompón era más importante su trabajo que su propio bienestar.
Empezó a trabajar, llenando hojas sobre el tema a tratar de hoy con los altos mandos, el estrés de Pompón era inmenso pues tener literalmente a cargo toda una base militar a su cuidado, a su mando indirectamente pues los altos mandos tomaban los créditos de su trabajo; tomando decisiones importantes que no puede tener a sus manos al 100% y atender a cada una, sin embargo, era su responsabilidad y no podía darse el lujo de incumplir.
Sin darse cuenta, Pompón se había quedado dormido.
[...]
Azulín después de darse una ducha, hizo sus rutinas. Y sin embargo no dejaba de mirar su reflejo, traía puesta el suéter de Cabo de Pompón, se vió a si mismo como alguien importante otra vez.
Los chicos estaban en lo suyo, cuando notaron a Azulín cada segundo más esquizofrénico. Hablaron en voz baja entre ellos, incluído Gordi.
– Oyes... Ya sabemos que tu hermano está super cú-cú... ¿Pero esto es normal? – preguntó el oso panda.
– No sé, pero se ve bien chistoso, ¿Si o no banda?– respondió Sonrisas entre risitas.
– Ay cállate, qué te anda coqueteando el morenazo ese. – Coco le dió una pequeña palmada en la espalda. – ¿Y qué? ¿No lo ibas a ver hoy?–
– No pos, no. Dijo que hoy se la pasaría con sus amigotes. –
– Pero... fuera de bromas, la actitud de tu hermano es súper exagerada. – exclamó Memi al osito rosa. Realmente no consideraba el hecho de que a Gordi no le gustaban ese tipo de comentarios, pero no podia quejarse.
Gordi solo escuchaba lo que decía sin decir nada y después observaba a Azulín, cómo su hermano a cada segundo se perdía cómo si el espejo fuera lo único de la habitación, y los demás chicos hablando sin ninguna vergüenza.– N-No, no es normal, ya lo sé. – dijo el osito rosa en un tono preocupado.
– Si pero ya te dije, mientras él esté distraído con otra cosa tú puedes divertirte con nosotros. Es decir, estás aquí y no te ha dicho nada malo. – agregó Achuchones, en un intento de tranquilizarlo.
– Pero soy su hermano mayor... Tengo que velar por él y asegurarme que Pompón no le este corrompiendo el cerebro. –
Todos los ositos rieron, el comentario de Gordi se les hacía sumamente gracioso.
El osito rosa tuvo un pequeño sonrojo de vergüenza. Quizá tenían razón, por mucho que odiara a Pompón, creía improbable algo así. En su mente solo tuvo la idea de que era algo más personal de Azulín, algo se traía entre sus sucias manos.
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Prueba de amor. (Cabo Pompón🧡 x Azulín💙)
FanfictionLa locura es algo difícil de describir, sobretodo cuando la mente de uno está plagada de traumas, desgracias, desconciertos y recuerdos desgarradores. Azulín quiere poner a prueba a Pompón, sacando una idea tan desquiciada de su mente podrida. Sin...