Prueba de amor. (Cabo Pompón🧡 x Azulín💙)

🔹 Capitulo 2: Un nuevo día.

Después de despedirse y seguir su camino, Azulín con cada paso recordó su odio hacia si mismo y el mundo, volvía a ser el mismo Azulín de siempre. Despreciable y antipático.

El primero en observarlo a la distancia fue Gordi, el cual corrió y cruzó todo el campo de entrenamiento simplemente para abrazarlo.

– Oh hermano, me tenías tan preocupado. – decía dulcemente y con brillo en sus ojos.

Instintivamente Azulín le correspondió felizmente.
– No tienes de que preocuparte, hermano.–
Su olor le daba cierto aire de tranquilidad, sin embargo, prefirió usarlo como excusa para molestarle y ofenderle. Empujó a Gordi con una mano, con la intención de descargar toda su fuerza y hacerle daño.

– ¡Puagh! Por el amor de Dios, ¿Qué es ese desagradable olor qué desprendes? – se alejó indiferente y con cara de asco. 

En realidad, Gordi no olía mal y él lo sabía, pero siempre las palabras de Azulín le lastimaban de sobremanera que siempre le creía. Bajó la cabeza y cerró los ojos sin responderle.

Todos estaban concientes de el mal trato que recibe Gordi de parte de su hermano, nadie tenía el valor de hacer algo al respecto y tampoco sentían que era su responsabilidad o que fuera de su incumbencia. Pero finalmente alguien decidió enfrentarlo.

–¡¿Cuál es tu maldito problema?!– gritó Achuchones al mismo tiempo que empujaba a Azulín para separarlo de Gordi para él ponerse en medio.

Azulín enfureció por tal acción.
–¡¿A ti qué demonios te pasa?! ¡Deja de meterte en nuestros asunt- – No pudo terminar su oración, una pequeña brisa le despertó, sin discreción empezó a oler a Achuchones, y este puso una cara entre confusión e ira. "¿Qué es lo que estaba haciendo este lunático?"

–¿Por qué hueles a Gordi y el a ti? ¿Se acostaron anoche? ¡¿Acaso hiciste algo que no debías con mi hermano?! ¡Contesta! – Azulín furioso estrangula salvajemente a Achuchones.

– ¡Azulín para, no es lo que tú piensas!– Gritó Gordi desesperadamente e hizo lo posible para separar las manos de Azulín de Achuchones, que estaba casi morado de la falta de aire y el cuello totalmente enrojecido. El osito color menta tosió frenéticamente.

– ¡Escucha! El solo durmió a mi lado porque sabes que yo necesito a alguien a mi lado para conciliar el sueño y Achuchones solo me hizo compañia. ¡Por el amor de Dios, Azulín, deja de enojarte por nada! ¡¿Además tú donde estabas ayer?!– exclamaba Gordi con mucha desesperación, derramando lágrimas.

Azulín giró los ojos sin decir una palabra y tomó a Gordi del brazo, muy recio y casi enterrando sus uñas de oso. Se lo lleva casi arrastrando, Gordi se resistía, pataleaba e incluso gritó por ayuda y apesar de sus esfuerzos Azulín siempre será más fuerte que él físicamente.

Llegaron a su cuartel, esa habitación dónde compartían con otros reclutas; pero como es de día no había nadie. Azulín empujó a Gordi al suelo y le puso el pie en su muñeca derecha, el cual le provocaba mucho dolor. La fuerza de Azulín era lo suficientemente pesada como para el romperle los huesos... Pero no lo hizo.
Azulín suspiro pesadamente y quitó su pie, fue a la cama y sacó una toalla de debajo.

Gordi apenas se estaba poniendo de pie cuando le lanzó una toalla a la cara.

– Bañate, apestas. – habló indiferente, volteando la cara para no ver la expresión de su hermano: triste y lamentable, plañía sin cesar y tenía un nudo en la garganta, no podía hablar pero Gordi se resignó a volver a darse una ducha para complacer a su hermano.