🔹 Capitulo 25: Segunda oportunidad.

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Volviendo al pueblo osito; 2 osos se encontraban abrazándose ya que Celestín buscaba desesperadamente un poco de consuelo.
Y Pompón, sientiendo cómo la tristeza le contagiaba cómo un pequeño virus.

Azulín bajó rápidamente, le iba a preguntar a Pompón dónde estaban sus demás cosas; encontró a su padre y a su amado dándose un abrazo. Y por su mente, mil pensamientos.

« ¿Papá llorá otra vez? ¿Es un abrazo de consolación no es así?... Debería de estar yo abrazándolo y ser un "buen hijo" »

Y celos, celos es lo que sentía internamente el joven Azulín de su amado.
Sin dudar de acercó y discretamente trataría de separarlos.

– ¿Papá?– preguntó fingiendo ingenuidad.

– Hijo...– exclamó Celestín con una voz entrecortada, mientras dirigía su mirada a Azulín, esos grandes ojos azules demostrando el más profundo dolor y depresión recorriendo su rostro en forma de lágrimas. Siguió abrazando a Pompón e incluso más fuerte, graciosamente parecía que Pompón era un peluche apachurrable.

Azulín estaba profundamente indignado. Se acercó y bruscamente le jaló el brazo a Pompón. El osito amarillo expresó un leve "Auch" y supo inmediatamente las intenciones de su amado.

– ¡Azulín! Deja que tu padre se desahogué.–

El osito azul fingió tranquilizarse, forzó una sonrisa y maniaticamente con un habla dulce le respondió. – Es qué ya es hora de su siesta, un pequeño coyotito después de llorar siempre le ayuda... ¿Verdad jefecito?–

Celestín asintió, sin mucho ánimo y realmente aunque el desahogo que tuvo con Pompón fue bastante gratificante y se lo agradecía de corazón, la interacción social le estaba abrumando y su siesta de 14 horas es lo que necesitaba.
Pompón dudó por un momento, arqueó la ceja y se aferró más a su suegro, para él sería lo más cercano a un abrazo fraterno y ahora no quería perderlo.

Sin embargo, Azulín tocó el hombro de su padre, intentando convencerlo y jalandoló lentamente.
Pompón no sé rendiría tan fácil y lo abrazó muy fuerte, sabiendo que físicamente la fuerza de Pompón es mayor, fue una pelea tan sin sentido: Azulín colérico por sentir que ahora está perdiendo a su padre y el osito amarillo siendo igualmente terco; solo provocaron mucha sofocación e incomodidad a Celestín.

– Basta. – les gritó el señor con sus pocas fuerzas. Celestín  logró safarse de los dos enamorados muy oportunamente. – Será mejor que me vaya a dormir, gracias Pompón... – sonrió dulcemente en modo de agradecimiento. Casi inmediatamente le dirigió la palabra a su hijo. – Azulín... Te quiero hijo mío... – dijo por último (más que nada como una forma de despedirse, sabe que Azulín mañana se iría de nuevo al campamento militar). El señor simplemente se fue lentamente a su cuarto para finalmente descansar un rato... Dejando con un vacío a los dos enamorados.

En todo ese rato, Azulín y Pompón se mantuvieron estáticos por el grito, así que poco a poco las cosas pasaron, cómo si el tiempo se congelará y de repente el padre de Azulín se haya ido cómo alma que lleva el diablo.

Azulín repentinamente gruñó, enseñando los dientes amenazante le gritó a Pompón. – ¿Qué pretendías con eso?–

El osito amarillo no quería seguirle la corriente, estaba enojado, pero eso no seria motivo para echarle bronca en ese momento. – Yo no pretendía nada mi cariñito, no es mi culpa que tú padre me haya hablado de algo tan... Confuso (?)... –

– ¿Confuso?–  Azulín giró los ojos, sabía perfectamente de que le había hablado su padre. – Si... Así es mi padre, pero aún así... – suspiró resignado. – Si te preocupa mi padre cómo tú te preocupas por mi... Creo que es lindo. –

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2023 ⏰

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Prueba de amor. (Cabo Pompón🧡 x Azulín💙)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora