🔹 Capitulo 22: el probador.

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⚠️ Capítulo con contenido sexual explícito ⚠️









😈





El pueblo cómo siempre tan alegremente plácido, siguiendo sus vidas apesar de las circunstancias. En el pueblo se encuentran los ositos que tienen una posición neutral ante el tema de los unicornios, los que están en contra, los veteranos de guerra; cómo el padre de Azulín, las mujeres y los niños. Todxs sencillamente existiendo para mantener su sociedad civilizada y tan cándida cómo sea posible.

Pompón y Azulín iban caminando hacia la entrada del poblado, su casa estaba algo alejada del mismo así que les tomó media hora llegar a pie.
El osito azúl se encontraba internamente emocionado y pensando en las cosas que iba a comprar y nunca pudo conseguir anteriormente cuando era más joven. Y el osito amarillo le tendía una trampa para tenerlo a sus pies: que les cumplan sus caprichos son la mejor debilidad de los jóvenes. Un truco infalible.

Llegando una vez a los puestos de comida, Azulín pidió cada cosa de cada uno. Pompón se asombró por la facilidad con la que Azulín se dejaba llevar, básicamente descubriendo que era un comprador compulsivo.

- Y quiero ésto, ésto y ésto. - repetía constantemente el osito con ojos color aguamarina. Ya había comprado muchísimas cosas hasta el punto de que las bolsas de compras ya no era capaz de sostenerlas.

- ¿Azulín es necesario qué compres todos estos tiliches?-

- D'ah, tú dijiste que me comprarías lo que yo quisiera. -

- O sea... Si, pero hay muchas cosas que no necesitas y que no podrás ingresar al momento en que regresemos al campamento. -

Azulín suspiró pesadamente, rodando los ojos cómo típicamente suele hacerlo. - Silencio, déjame disfrutar esta adrenalina de comprar cosas a lo desgraciado. -

Pompón rió ante su comentario, lo abrazó de la cintura y le dio un tierno beso en los labios. - Me encantas demasiado. -
¿Cómo era posible qué amara a alguien así?
- Lo admito, también me gusta comprar cosas a lo loco. -

El osito azúl felizmente correspondió sus besos, importaba poco que ahora estaban en público, el mundo siempre desaparece cada que sus ojos se pierden mutuamente en sus miradas locamente desquiciadas.

Los demás ositos solo observaban de reojo, no decían nada al respecto en voz alta, solo murmuraban entre ellos, no serían capaces de decir algo en contra del Cabo Pompón sabiendo que es nieto del Coronel; incluyendo el hecho de que los pueblerinos tenían el concepto de que en el ejército pasaban cosas así de cuestionables, los hombres que gustan de hombres estando enteramente rodeado, de hombres. No se esperaban menos del asunto así que solo quedaba sentirse felices por otra pareja abiertamente amorosa formaba parte de su sociedad.

- Ahora vamos a las tiendas de ropa. ¿Te parece?- agregó felizmente el oji-púrpura.

Azulín asintió alegremente de igual forma, sabiendo que podrá adquirir toda la indumentaria que desee.
Llegando al primer local, Azulín compró toda la ropa disponible en tonos azules.

- Emm... ¿Seguro qué no te llama ropa de otros colores? Es decir, combinarlos siempre es de buen gusto. - el osito amarillo solo compró un par de suéteres y pantalones. Ver a Azulín llevarse la mitad de la tienda, cómo si fuera su guardaropa.

- Deja tú eso, el azúl es el mejor color que existe y sus tonos son su propia combinación. -

- Bueno... En eso tienes razón.- Pompón internamente se arrepentía de su desición, por cumplirle los caprichos a su amado se quedaría sin dinero para lo que verdaderamente iba a comprar ese fin de semana, pero bueno, dinero le sobraba de a montones y no era una gran preocupación. - Solo faltan zapatos. -

Prueba de amor. (Cabo Pompón🧡 x Azulín💙)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora