Han pasado cuatro meses desde que Luna y sus hermanos llegaron a Gig Habor. Este pequeño pueblo le ha traído alegrías y penas, ha sufrido mucho pero ha sido recompensada con buenos amigos y un amor puro y verdadero que lo puede todo... O quizá no. U...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No doy crédito a lo que veo, no me lo puedo creer. ¿Estoy soñando? ¿Esto es real? Tenía muchísimas ganas de venir al concierto pero con todo lo que pasó se me olvidó comprar las entradas, cuando quise hacerlo ya estaban agotadas. ¿Cómo las ha conseguido? Ha debido comprarlas hace mucho tiempo. La miro muy sorprendido y la pillo por sorpresa cuando me abalanzo sobre ella y empiezo a comerla a besos. Luna se ríe y me abraza.
— ¡Vamos! — Digo saliendo del coche.
Lo primero que hago es sacar mi móvil y hacerle una foto al cartel del concierto. Cojo a Luna, la abrazo y nos hago un selfie con la foto del grupo detrás. Este momento merece ser inmortalizado. Cojo su mano y empiezo a caminar cuando me detiene muerta de risa.
— Por ahí no, cariño. Es por aquí — señala un camino en dirección contraria.
— ¿Seguro? — A ver si va a querer que nos colemos.
— Sí — señala la zona del parking donde estamos, pone VIP. Ahora me enseña las entradas, también pone VIP.
— ¡Sorpresa! ¡Venga vamos!
Ahora es ella quien coge mi mano y me guía hacia la entrada. Antes de llegar me freno de golpe, la cojo en brazos y empiezo a dar vueltas. Sé que la gusta mucho que haga eso. La bajo y le doy un beso en los labios. No me puedo creer que de verdad me haya traído aquí. Entregamos nuestras entradas, entramos al recinto, atravesamos un pasillo y salimos justo al lado del escenario. ¡Aquí vamos a verlo de lujo! Estoy súper emocionado, nervioso y siento que me tiembla todo.
— Esto tenemos que enseñárselo a Katy — digo con la voz temblorosa por la emoción.
Saco mi móvil y hago una videollamada a Katy mientras Luna hace un montón de fotos con su móvil.
— ¡Hola hermanito! — Responde Katy contenta.
— ¡Katy, mira dónde estamos! — Giro la cámara y le enseño el recinto.
— ¡Me muero de envidia! ¡Qué cerca estáis del escenario!
— ¡Sí!
— ¡Oye Luna!
— Dime bombón — responde mi chica distraída.
— Recuerda que dentro de poco también es mi cumple.
Luna empieza a partirse de la risa y yo la acompaño.
— Espero que para el próximo concierto te acuerdes de mí — pide Katy riendo.
— Te prometo que al próximo concierto iremos juntas — le dice Luna.
— ¿Tú querías venir, Katy?
Ahora me siento un poco culpable, estoy muy feliz y quiero compartirlo con Katy pero a lo mejor no ha sido buena idea llamarla, no quería restregárselo.