Han pasado cuatro meses desde que Luna y sus hermanos llegaron a Gig Habor. Este pequeño pueblo le ha traído alegrías y penas, ha sufrido mucho pero ha sido recompensada con buenos amigos y un amor puro y verdadero que lo puede todo... O quizá no. U...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Puedo ir a tu graduación?
Lo que me faltaba para empezar el día. «Al menos esta vez pide permiso, aunque se ha vuelto a saltar la orden de que no me escriba» pienso. Tengo dudas sobre si quiero que venga a mi graduación, por un lado no quiero pero por otro quiero que vea que he conseguido graduarme y restregarle por la cara que no ha podido conmigo.
No sé qué hacer. Necesito consejo de sabios.
— Buenos días hermanito — saludo entrando en la cocina.
— Hola cielo, ¿estás bien? — Sam ha captado mi estado de ánimo nada más mirarme.
— Sí, creo. Eliana me ha mandado un mensaje preguntando si puede venir a mi graduación, pero aún no la he contestado.
— ¿Qué la vas a decir? — Pregunta sentándose conmigo en la mesa de la cocina.
— No lo sé. Por un lado no quiero pero por otro quiero darle con mi diploma en la cara y decirla: no has podido conmigo, me he graduado.
— Puedes hacer lo que quieras, cariño. Sea lo que sea estará bien y no tienes por qué contestarla ahora. Aún tienes tiempo — me tranquiliza poniendo su mano sobre la mía y al mirarle a los ojos sé exactamente lo que debo hacer.
— No quiero que venga ella. Quiero que venga Dory — sentencio y la mirada de mi hermano se ilumina. — ¿Podrías darme su número? Se ha perdido muchas cosas, tenemos que recuperar mucho tiempo de relación y quiero que sea ella quien vea cómo recojo mi diploma. Es más, ¿podríamos ir a Seattle para decírselo en persona?
— Es una gran idea, hermanita — dice abrazándome. — Pero es mejor que la llames. Hoy iba a hablar contigo, tenemos que irnos de la ciudad.
— ¿Qué? — Pregunto sorprendida.
— No te preocupes, no es nada malo. Vamos a inaugurar en pocos días y queremos que vengas. Ahora ya estás libre de exámenes, no tienes ninguna carga y mucho tiempo libre así que nos gustaría que estuvieras con nosotros. Obviamente Derek y Katy también están invitados — dice emocionado.
— ¡Qué bien! ¡Claro que sí! — Le abrazo fuerte y sonrío. — Tengo muchas ganas de acompañaros en la inauguración.
— Ya estás tardando en llamar a Katy y Derek para invitarles. Mientras hablas con ellos te mando el número de Dory.
— ¡Ahora vuelvo!
Subo las escaleras de dos en dos y hago una videollamada grupal a Katy y Derek.
— ¡Hola chicos! — Les saludo cuando veo sus bellos rostros.
— Buenos días princesa.
— Hola bombón — saluda Katy un poco apagada.
— ¡Tengo noticias! — Grito emocionada. — ¡Mis hermanos nos han invitado a ir con ellos a la inauguración! ¿Venís? — Pregunto nerviosa.
— Por supuesto nena, cuenta conmigo — responde Derek con una sonrisa preciosa.