Han pasado cuatro meses desde que Luna y sus hermanos llegaron a Gig Habor. Este pequeño pueblo le ha traído alegrías y penas, ha sufrido mucho pero ha sido recompensada con buenos amigos y un amor puro y verdadero que lo puede todo... O quizá no. U...
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— ¿No les veis un poco raros? — Pregunta Anna.
— ¿A quiénes? — Pregunto intentando no sonar nerviosa.
— A los chicos — responde Anna como si fuese obvio, que lo es, pero no quiero darle importancia al asunto.
— Sí, la verdad es que sí. Alan está súper raro — comenta Katy.
— ¿No le vas a preguntar qué le pasa? — Insiste Anna y yo le lanzo una mirada asesina a ver si lo capta y se calla.
— No, no quiero saberlo. He trabajado mucho organizando esta fiesta y no pienso dejar que nada lo estropee. Si pasa algo puede esperar a después de nuestros cumpleaños.
— Yo la verdad que no me he fijado, pero haces muy bien. Vamos a disfrutar del fin de semana y vamos a desconectar, que nos lo merecemos. ¡Nos lo hemos ganado! — Exclamo recostándome en la pared del jacuzzi.
— Es la frase estrella de este año — se ríe Katy.
Pero es la verdad, nos lo hemos ganado, nos merecemos todo el relax del que podamos disfrutar. Ambas se recuestan como yo en el jacuzzi y cierran los ojos, parece que dan el tema por zanjado y en silencio respiro aliviada. Katy se va a enterar de que yo lo sabía y no sé cómo va a reaccionar, me da miedo. Sé que al final me perdonará pero seguro que al momento me deja de hablar por lo enfadada que estará. Bueno, a mí, a Derek, a Justin... Anna imagino que no lo sabe, si no, no habría hecho tantas preguntas.
— ¿Qué tal la psicóloga? — Pregunta Anna con miedo en la voz.
— Bien, la verdad que muy bien — confieso. — No llevamos muchas sesiones pero me está ayudando mucho. Al principio sólo hablábamos de mi relación con todos vosotros y de cómo me habéis ayudado a superar todo lo de Luke y Mary. También hemos tocado el tema de la relación que tenemos mis hermanos y yo y... El tema de Eliana salió antes de lo que yo esperaba, creía que no estaba preparada pero sí lo estoy. No me está ayudando a comprender el por qué lo hizo pero si a aceptarlo y superarlo.
— Es mejor aprender a vivir con ello, ¿no? — Apunta Anna.
— Hay cosas que nunca se llegan a superar pero si aprendes a vivir con ello pues puedes continuar con tu vida — comenta Katy en voz baja.
Ambas hablan casi en un susurro, parece que les da miedo tocar el tema y las entiendo. Yo también tendría miedo si le hubiera pasado a cualquiera de ellas, pero no deben tenerlo, estoy bien. Voy a dejárselo claro.
— Chicas, estoy bien. La psicóloga me está ayudando a ser sincera conmigo misma y a darme cuenta que, aunque ha sido un palo muy gordo todo lo que he vivido, me ha hecho mucho más fuerte de lo que ya era. Me ha hecho darme cuenta de que no he necesitado una figura materna en todos estos años y no la necesito ahora. Voy a irme del pueblo, voy a hacer mi vida, a construir una nueva y...
