Capítulo LVII

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No sé cómo han soportado mis hermanos el cambio horario, el jetlag o como lo quieras llamar

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No sé cómo han soportado mis hermanos el cambio horario, el jetlag o como lo quieras llamar. Me he sentido totalmente desorientada pero por fin hemos conseguido habituarnos. Y menos mal, porque hoy es el gran día: hoy es mi graduación.

— ¿De verdad es necesario? — Pregunto cuando Katy tira de mí para sacarme de casa.

— ¡Claro que sí! ¡Es nuestro gran día! ¿Quieres aparecer en las fotos con pelos de loca o mal maquillada? — Pregunta soltándome y poniendo los brazos en jarras.

— Es obvio que no pero siempre nos hemos maquillado y peinado nosotras, ¿por qué hoy tiene que ser distinto? — Pregunto poniendo morritos.

— ¿En serio no quieres ir a la peluquería? — Parece asombrada ante mi negativa y no puedo evitar reírme.

— ¡Claro que sí! ¡Adoro que me toquen el pelo! — Respondo divertida y echo a correr al ver que Katy va a lanzarse sobre mí.

Me encanta ir a la peluquería pero en parte hoy no quiero acudir a la cita. Me hace ilusión graduarme y estoy deseando empezar la universidad, pero por un lado me da miedo. Tengo sentimientos contradictorios en ese sentido, han pasado tantas cosas que me da pena dejar todo atrás. Graduarte en el instituto significa pasar a la vida adulta y no sé si estoy preparada para ello.

Cuando llegamos a la peluquería Anna ya está dentro y la están peinando.

— ¡Hola chicas! — Nos saluda contenta cuando nos ve.

— ¡Hola! — Respondemos devolviendo el saludo.

— Hola chicas, os estábamos esperando. Sentaos — nos indican las peluqueras.

Tomamos asiento una al lado de la otra y mientras Katy da instrucciones precisas sobre lo que quiere que le hagan y cómo quiere que la maquillen, porque también nos van a maquillar, mi peluquera espera paciente a que le diga qué peinado quiero.

— Lo siento, pero no tengo ni idea de cómo llevar el pelo — me disculpo encogiéndome de hombros.

— No te preocupes, vamos a pensar algo. ¿Cómo es tu vestido?

— Es de color negro, corto, ajustado en el pecho y con vuelo en la cadera — me callo un momento y ya sé por dónde va. — Llevo unos zapatos negros de tacón y mis complementos y joyas son plateadas. Quiero un peinado bonito pero sin ser demasiado elegante, algo guay, juvenil.

— Tienes el pelo muy largo. ¿Qué te parece si te lo saneo un poco, te hago una trenza y la sujeto por la parte baja de la cabeza? La extiendo de esta forma — dice colocándola a lo largo de mi nuca de forma que rodee la cabeza — y dejo unos mechones sueltos a ambos lados de la cara, para que la enmarque y le de ese aire juvenil y desenfadado.

— Me parece perfecto — respondo contenta.

Me coloco en otro asiento para que me lave la cabeza, cierro los ojos y me dejo hacer. Seguro que están acostumbradas a tener chicas nerviosas el día de su graduación porque mientras me lava con el champú me masajea la cabeza de forma que quedo totalmente relajada. Después, mientras me sanea el pelo, no para de sacar temas de conversación y al final acabamos hablando todas en una conversación grupal.

Love Descubre quién eres (Love #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora