22 ¿Sólo a mí? Sólo a ti

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Felix sintió los suaves labios de Hyunjin capturar los suyos, sus bocas respondieron acariciándose y saboreándose mutuamente. Finalmente, podía morder esos labios gruesos con suavidad.

—Necesitaba saber porqué desperté contigo y porqué terminamos besándonos, porque se me hace demasiado irreal —Hyunjin interrumpió el beso, precisando explicarse—. He pensado en eso todo el día.Y no puedo dejar de sentir miedo. Tipo, que en algún momento te des cuenta de que no era yo la persona con la que querías estar. Porque no soy un sol como tú. Con mucha suerte soy una luna, que brilla cuando te reflejas en mí.

—No eres una luna —¿Cómo podría Felix explicar todo lo que había sentido por él? Todo lo que despertaba en él—. Pasó, porque soy yo el que siente que brilla de manera distinta cuando me miras. Además, yo también tengo inseguridades —Hizo una pausa para meditar el próximo paso. ¿Era ese el momento para decir absolutamente todo? Podía arruinarlo por completo, ¿cometería un error? A veces desearía no llegar y soltar todo lo que sentía siempre, pero no era muy factible para él—. Siempre he pensado que IN es más para ti.

—IN es mi amigo, nunca va a ser algo más que eso —No era extraño que muchos asumieran que eran pareja, su comportamiento tampoco contribuía a que la gente no especulara—. ¿Te da celos? —sonrió, extrañamente complacido ante la idea.

—Confesé demasiadas cosas por un día —Enterró su rostro en la curvatura del cuello de Hyunjin, besando su piel.

—¿Por qué siento que estás haciendo trampa para evadir el tema?

—¿Funciona? —preguntó seductoramente, presionando su rígida entrepierna contra Hyunjin. Felix había descubierto que pocas cosas lo excitaban tanto, como escuchar las palabras con las que describía lo que sentía por él.

Un gemido grave emergió de la garganta de Hyunjin. Aquello que sentía contra su cuerpo era tan real como lo que estaba viviendo. Tenía, finalmente, a Felix totalmente a disposición, tal como lo había imaginado tantas veces. Besó sus labios, en un inicio lenta pero intensamente. Sin embargo, y aunque no quisiera apresurarse, la necesidad de tenerlo imperaba.

Las manos de ambos buscaban recorrer al otro. Sus ropas desaparecieron con facilidad, guiadas por la necesidad de contacto. Era obsesionante sentir el calor de su piel desnuda. Los hipnotizaba sentir sus erecciones frotándose una contra la otra, siguiendo el ritmo de sus caderas, mientras se besaban entre jadeos.

Las bocas hambrientas recorrieron sus cuerpos. Lamiendo, besando, mordiendo, saboreando cada centímetro posible. Hyunjin bajó hasta la cadera de Felix. Observó su rígida excitación con deseo y la recorrió con la lengua, deleitándose con el sabor de sus fluidos mezclados.

Felix se entregó al placer. Sentía como su cuerpo se estremecía con cada caricia que la lengua de Hyunjin dejaba a lo largo de su erección, con la forma en que disfrutaba envolverla con la lengua para introducirla dentro de su cálida y húmeda boca. Cuando comenzó a arremeter llegando a golpearla con el fondo de su garganta, sintió que explotaría en éxtasis ahí mismo.

Lo tomó del pelo y lo levantó, acercando nuevamente sus rostros para besarlo intensamente.

—Aún no —jadeó entre sus labios.

—Aún no qué... —Hyunjin sonrió ardiendo al verlo así.

—Aún no quiero terminar —Gimió al sentir la enorme y firme mano deslizarse donde hace un momento estaba su boca—. O sí... No pares, por favor, no... —Las pulsaciones se expandieron por su cuerpo, dejándolo sin palabras. El orgasmo había llegado demasiado pronto, pero estaban lejos de acabar.

Hyunjin lo giró boca abajo, comenzando a besar su espalda con la misma necesidad. El cuerpo de Felix se encontraba temporalmente rendido, sólo podía gemir junto a los espasmos que desataba el baile de esa boca sobre su piel.

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