Lo primero que se me cruzó por la cabeza es que iban a matar a Hunter, después de todas las amenazas que me hizo durante tanto tiempo no podía evitar pensar en que si es capaz de cumplir todo lo que prometía, en fin de cuentas siempre había sido su estilo.
Lo segundo fue que teníamos que salir de ahí. No podíamos quedarnos tanto tiempo si queríamos sobrevivir, Ronan jamás pararía, nos los había demostrado muchas veces, no lo pondría de nuevo en duda.
—No tu de nuevo. —dijo Mars parándose de su silla mientras que Holden sacaba a mi hermana, no la iba arriesgar y no podía estar más de acuerdo con esa decisión.
—No te incumbe Mars, nunca lo has hecho. —Ver a Ronan como lo estaba viendo hacía que sintiera un dolor en el pecho. La verdad es que si lo odiaba demasiado pero eso no quitaba que me diera pena verlo en este estado tan psicótico.
—¿Qué haces Ronan?—preguntó mi padre, todos veíamos como Ronan perdía la cabeza. Nadie podía creer, en especial mis padres que estuvieron a punto de casarme con ese lunático.
—Teníamos un acuerdo y lo rompieron, yo me iba a casar con Arabella. No Hunter, era yo, no él. —grito y en ese momento supe que no venía por mí, venía a matar a Hunter.
Me di cuenta que esto, mínimo la mayoría del tiempo, no se trataba de mi. Trataba de la competencia que Hunter y Ronan siempre habían tenido, desde pequeños, desde que éramos tan solo unos niños. Porque era obvio que Ronan nunca me ha querido como para casarme con él.
No solo era la pelea de quererme tener para enseñarme ante todos como su trofeo, era también decir, mandar el mensaje de que se había quedado con la chica. Que él había ganado, que se había quedado con la persona que más odiaba porque no podía controlarla si él no estaba cerca.
Cada día que pasaba, Ronan me daba más miedo de lo normal y sabía que no podía vivir así el resto de mi vida, esperaba que la denuncia que le iba a poner funcionara como esperaba. Si no estaría perdida, estaba segura de eso.
—Ronan, necesitamos que intentes calmarte. —Mi madre le pidió tratando de sonar tranquila cuando sabíamos que todos estábamos todo menos tranquilos.
—Esto no es de calmarse Tate, es de tomar lo que me corresponde. —Me quedé callada porque en este punto no sabía a qué se refería, si a tenerme a mi o ganarle en esto a Hunter. No sabía que era mejor.
—Ronan, ¿a que te refieres?— preguntó mi padre interponiéndose entre el nuevo no invitado y Hunter. Al parecer él veía más el riesgo hacia Hunter que a mi. Veía algo que yo no estaba viendo.
—A que siempre he sido mejor partido que Hunter pero al parecer nadie lo ve.—grito desesperado, como si nadie lo estuviera escuchando.
Gire mi cabeza y vi a su padre, en ese momento me di cuenta que la manera en la que es Ronan había sido culpa de él, la presión que le pone para ser mejor que cualquiera, en especial mejor que Hunter.
Ronan era un chico creado por nadie más que su padre, lo había convertido en un verdadero monstruo. Era horrible, todo el daño que le había hecho a su propio hijo, seguía sin poder procesar y comprender porque alguien le haría ese daño a alguien de su propia sangre.
—Seamos sinceros.—empecé a decir sin saber de donde logré que me sale la voz, sentía como me temblaba por la cara de Hunter supe que si, pero no iba parar. Tal vez así, solo tal vez Ronan podría parar—. Este es un capricho pero no por mí.
—Arabella, callate. —escuche como Mars decía pero ya no, no iba a callarme, no cuando ya había empezado a hablar.
—Dejala, quiero saber que opina, que piensa sobre según esto mi capricho. —Me puso muy nerviosa porque tenía la pistola en su mano y sabía que no tenía seguro, en cualquier momento podía matar a quien quisiera que estuviera aquí, sin remordimiento alguno—. ¿Cuál es mi capricho?
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Las Estrellas de Arabella
RomantikArabella Burberry tiene todo en la vida excepto lo que más anhela su corazón, a su mejor amigo. Lo que realmente puede tener es a su peor enemigo. Sus padres quieren que se case con Ronan Moore pero lo que no saben ellos es que ella se va revelar...