Mi cabeza estaba a punto de golpear mi escritorio del aburrimiento. La tarea de química era lo peor del mundo, la entendía perfectamente pero era tan larga que daba flojera hacerla. Decidí dejarlo por unas horas, en fin tenía todo el fin de semana para hacerla.
Ya habían pasado tres semanas desde que sabía que me iba a casar con Ronan, no había dicho nada a nadie, solo las familias que estaban presentes lo sabíamos y Robin. Me ponía los pelos de punta pensar qué estaba pensando en la manera en que el Instituto se enterara. Sabía que lo estaba planeando y lo quería disfrutar, quería disfrutar de mi incomodidad y sufrimiento.
Hunter ya no había sacado el tema de escaparme para no casarme. Ambos sabíamos que íbamos a acabar discutiendo y enojándonos, y en estos momentos no era lo mejor que podíamos hacer. Mis padres y yo apenas hablábamos. Lo agradecía de cierto modo pero me sentía sola cuándo mis amigos no estaban, como si no tuviera familia. Mi hermana no me había marcado y tampoco me ha mandado mensajes y sabía que ya se había enterado porque la escuche hablar con mi madre de eso.
Me puse unos leggings negros que tenían pintura por todas partes y una playera como cuatro tallas mayor blanca también con pintura. Bajé hacia el segundo garaje en donde meten todas las herramientas para el jardín y algunas para arreglar los autos en una emergencia. Ya que en el primero estaban los autos de lujo de mis padres.
Estaba cerrado, lo abrí y vi el convertible de Robin. En el capo había trazado encima de la galaxia a Luke Skywalker, faltaba pintarlo y en el techo que para mi suerte era duro había trazado a Han Solo, Chewbacca, Yoda, Obi Wan Kenobi, Arturito y CITripio. Me iba a tardar al menos tres semanas en acabarlo y estaría justo al límite de la primera ronda del concurso. Agarré las pinturas que tenía detrás de mí, había al menos treinta botes de pintura de diferentes colores.
Las abrí y empecé a mezclar algunos colores para poder llegar a los tonos que quería, cuando lo logré empecé a pintar a Luke. Ver cómo el pincel se movía con trazos suaves y delicados me ayudaba a dejar de pensar, me concentraba completamente en lo que estaba haciendo. Bloqueaba cualquier sonido a mi alrededor, no me preocupaba que mis padres se dieran cuenta que estaba haciendo, nunca venían a este garaje y aun así no les interesaba donde estaba o qué hacía.
Saqué mi celular de entre mi piel y la tela de leggings y puse mi amada playlist, empezó a sonar Smells Like Teen Spirit de Nirvana. Seguí pintando el Mercedes cantando y a veces parando para bailar aunque lo hiciera horriblemente. Me baje del banco que está ocupando para poder hacer mis peores movimientos.
—Que gran show. —dijo una voz varonil a mis espaldas haciendo que diera un salto del susto, me volteé y vi a Hunter recargado en la puerta del garaje. Sentí mis mejillas calientes de la vergüenza que me había visto bailando. Apague la música.
—Dime que no viste todo. —pedí rogando que nada más hubiera visto lo último aunque fuera lo más vergonzoso de todo, me dedicó una sonrisa ladeada. Oh no, si lo había visto—. ¿Por qué no me avisas?
—Porque es entretenido verte bailar. —Se encogió de hombros, me crucé de brazos con el pincel en la mano.
—No lo creo. —dije volteándome y subiéndome de nuevo al banco. Gire mi cabeza hacia él, me veía con una ceja alzada esperando a que continuara—. Al menos que tu definición de entretenido sea divertirte al verme bailar horriblemente.
—No bailas mal Arabella. —contestó quitándose su chaqueta de mezclilla y dejándola a lado de las pinturas que no habían ocupado. Empezó a rascarse el brazo sin darse cuenta. Fruncí mi ceño, estaba nervioso y distraído. Tenía años de no verlo así. Deje el pincel en el bote de pintura.
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Las Estrellas de Arabella
عاطفيةArabella Burberry tiene todo en la vida excepto lo que más anhela su corazón, a su mejor amigo. Lo que realmente puede tener es a su peor enemigo. Sus padres quieren que se case con Ronan Moore pero lo que no saben ellos es que ella se va revelar...