Capítulo 13- Juntos por el resto de nuestras vidas

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Veía como Hunter y Ronan se peleaban por quién de ellos dos debería de estar cuando la oficial Cox me hiciera preguntas importantes. Mis padres y los de ellos dejaron que alguno de los dos fuera, ya que "me conocían mejor" Solo Hunter. Ninguno de ellos podía entrar.

—¿Van a ser preguntas muy personales? —pregunté interrumpiendo su pelea, me voltearon a ver. Ambos estaban furiosos pero se estaban controlando de maravilla, me sorprendía que no se estuvieran golpeando.

—Sí, por eso solo puede ser una persona que no sea familiar directo. —explicó la oficial, los dos se veían furiosamente, retándose—. La señorita Arabella va a escoger a alguno de los dos.

Hunter sonrió victorioso y Ronan apretó los puños mucho más, sus nudillos se veían blancos de la fuerza. Se dio vuelta y caminó hacía su padre dando zancadas. Mi respuesta iba a ser muy obvia.

—Hunter. —Estaba muy nerviosa, quien sabe cuántas cosas me iban a preguntar.

La oficial Cox asintió y nos llevó dentro de la ambulancia, cerró las puertas. Estábamos solos y Hunter se había sentado a mi lado. Agarró mi brazo dándome ánimos.

—Las siguientes preguntas son muy personales. —Asentí con mi cabeza, no sabía que me iba a preguntar—. Vamos a empezar con las básicas. Nombre completo.

—Arabella Eloise Burberry. —conteste rápidamente, nunca me había gustado mi segundo nombre, lo tenía enterrado. Casi nadie sabía que lo tenía más que mis padres, Hunter, Mars y Robin por suerte.

—Edad y cumpleaños. —Estaba anotando todo lo que contestaba. Trague saliva.

—Diecisiete años, nací el ocho de junio del dos mil cuatro. —Me comía viva mi mente, al ver que las preguntas más personales venían después.

—¿Tienes algún novio o relación amorosa?

—Prometido, Ronan Moore.

—¿Calificaciones?

—Buenas, ninguna materia reprobada.

—Está bien, vienen las que tenemos que hacer para poder comprender porque sabían tu nombre y porque a ti te quieren.

—¿Sabían mi nombre? —pregunté sorprendida, October no había dicho mi nombre cuando estábamos juntos, lo tenían planeado y eso me aterrorizaba más. No fue algo al azar.

—Si, nos los dijo el chico que llevaron al hospital antes de que se desmayara. —Hunter me apretó el brazo, lo vi de reojo y tenía la boca entreabierta—. ¿Alguien que te moleste en el instituto?

—Una chica llamada Rhiannon. —susurré, mis mejillas estaban calientes de la vergüenza. La oficial miró a Hunter.

—Rhiannon Ross y su prometido. —Le pellizque el brazo, hizo una mueca de dolor y se encogió de hombros.

—Si su prometido la molesta. ¿Por qué se va a casar? —preguntó la oficial Cox, nos miraba con ambas cejas alzadas. Volví a tragar saliva.

—Mis padres —Fue lo único que atiné a decir, ella asintió y lo anotó en su libreta. Tal vez los oficiales al ver que no me quería casar se metieran. Lo dudaba por el tremendo poder que tienen ambas familias pero bueno, la esperanza muere al último ¿no?

—¿Solo ellos? —Asentí con mi cabeza, su cara se suavizó y miró a Hunter dudando si le pediría salir o se quedaría—. ¿Alguna relación sexual?

—¿Qué?—pregunté tardando en entender lo que me había preguntado, Hunter no podía contestar a eso. No le constaba.

—¿Si ya has tenido relaciones sexuales? —pregunto de nuevo.

Las Estrellas de ArabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora