—No puedo creer que Robin siga sin procesarlo. —le susurre a mi lado a Lana que estaba cocinando un pastel para no aburrirnos.
Los chicos estaban practicando desde hace cuatro horas, como apenas empezaban tenían que estar en sintonía, tenían que acoplarse y trabajar en equipo. Esto les estaba costando un poco de trabajo pero se veía el esfuerzo. Cada quien estaba poniendo de su parte. Bueno, casi todos. El que más se resistía a esto era Mars. Confiaba en October, él que no le caía muy bien era Indy. Lana y yo sabíamos que en menos de una semana se iba a acostumbrar y que se le olvidaría que es amigo de Ronan.
Robin se la pasaba entre la cocina donde estábamos nosotras chismeando y en el garaje donde estaban practicando. En realidad estaban discutiendo más que tocando pero nadie se los decía porque todos se enojaban.
—Él se enteró de golpe. Nosotros fuimos viendo un cambio poco a poco, en especial yo. —Tenía mucha razón. Como siempre. Dejó el horno prendido y fuimos a ver qué pasaba. Se escuchaban unos gritos impresionantes.
Entrando al garaje vimos a Mars gritándole a Hunter. Indy y October estaban callados con su batería y su bajo viendo todo. Al parecer ya habían aprendido a que era mejor no meterse cuando esos dos discutían y de esa forma tan fuerte. Estoy segura que lo peor de la situación era que estaban peleando por una tontería como siempre solo que se les salió de las manos.
—Mars, deja de gritar. —pidió Lana sin acercarse. Robin estaba con Indy y empezaban a platicar de quién sabe qué.
—Chicos, basta. —Me metí cuando Mars pareció no inmutarse de la presencia de su novia. Ni él y Hunter repararon en nosotras. Iba a empezar a gritar para que se callaran cuando Lana me gano.
—Ya cállense.— los dos chicos voltearon hacia donde nosotras estábamos. Nadie había escuchado gritar a Lana, era siempre tan callada, tan educada, tan elegante que nos sorprendió a todos su reacción. Si yo lo hubiera hecho lo más segura es que solo me hubiera volteado a ver e ignorando para continuar con su discusión pero con Lana nadie se atrevía a hacerlo—. Gracias, arreglen las cosas sin ser tan ruidosos.
—Por favor, hacen que me duela la cabeza. —Apoye a Lana que me agradeció con una mirada corta. A veces los chicos se ponen mucho más intensos que nosotras.
—¿Cuál fue el problema? —preguntó Lana, Robin empezó a reírse mientras que October solo sonreía con diversión por todo el desastre que son estos chicos.
Yo ya no quería saber más, siempre era una tontería que se podía arreglar muy fácilmente. Me fui con October que estaba sentado en su banco, me sonrió y me abrazó con mucha emoción. Después de todo lo que pasamos nos unimos aún más si eso era posible. Nadie había notado el cambio que hizo, ya ni se juntaba con Ronan si no con nosotros e Indy iba por el mismo camino. Los dos chicos sabían que mi prometido no era muy agradable, ni lindo con los demás. Estaba cien por ciento segura que solo estaban esperando una oportunidad para huir de él y nosotros se las estamos dando.
—Saben que, me voy. —Soltó de la nada Mars dejando su guitarra en la mesa y salió disparado a mi casa. Lana se me quedó viendo sin saber qué hacer, normalmente yo era la que sabía lidiar con el enojo de Mars, Lana aún no se acostumbraba a sus arrebatos de ira, no tanto como yo. Suspiré asintiendo con la cabeza.
Me fui hacia la cocina y lo vi sentado en frente del horno, viendo cómo se hacían las galletas. Reprimí una sonrisa al recordar cómo era nuestro único momento de calma cuando vimos como nuestras madres cocinaban. Era el único momento en el que Mars no hacía desorden o problemas, incluso ayudaba mientras yo veía asombrada por toda la comida que había. Me comía todos los ingredientes a escondidas y mi amigo no me delataba.
ESTÁS LEYENDO
Las Estrellas de Arabella
RomansaArabella Burberry tiene todo en la vida excepto lo que más anhela su corazón, a su mejor amigo. Lo que realmente puede tener es a su peor enemigo. Sus padres quieren que se case con Ronan Moore pero lo que no saben ellos es que ella se va revelar...