Capitulo 24

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-¿Es en serio Macau?- pregunto cruzandose de brazos.

-Si, hablo muy en serio. No vas a ir- se paro en la puerta de la habitación.

-No puedes impedirme eso, llegare tarde, dejame salir. Es un buen lugar- intento jalarlo del brazo.

-Pero no necesitas trabajar, al menos aun no. Prefiero que te quedes en casa- le dijo con calma.

-No quiero, llevo todo un mes aquí en casa, me aburro y me siento desesperado, desde antes de graduarme ya trabajaba. Así que dejame ir a esa entrevista- se acerco a jalar su brazo otra vez.

-Chay.. por favor- intento persuadirlo.

-No, por favor tu. No estoy haciendo nada malo y es una empresa pequeña, una casa de préstamos, solo es estar en un escritorio... dejame intentarlo- lo tomó de los hombros para sacudirlo.

-Mhh.. pero yo te llevo- cedió finalmente.

-Si, ya vamos, rápido. Llegare tarde- le dio la vuelta abriendo la puerta para salir.

Había pasado un mes más y Porchay habia subido notablemente de peso, nada alarmante pero si lo comparaban con como había regresado, era muy obvia la mejoría en su semblante.

Las náuseas y mareos habían disminuido un poco aunque todavía aparecían de vez en cuando, ya habían ido a la siguiente consulta y podían ver un poco mejor la forma que estaba tomando el bebé, aun no sabían si era niño o niña, lo averiguarian después. 

Había estado aplicando a varias financieras pequeñas, ya con su titulo en mano, podía pedir un puesto más administrativo pero en una empresa menor. Logro escapar a dos entrevistas sin que Macau se enterara, pero esta última no funcionó igual, fue atrapado. El mayor insistía en que mejor guardará reposo pero Chay quería trabajar, no podía estar como amo de casa, era desesperante. Hacia muchas cosas con la madre de Macau pero aun así le sobraba tiempo.

Macau lo dejo en la dirección correcta, pidiendo que lo llamara cuando saliera de ahí.

Era una primer entrevista con recursos humanos. Tenia un buen perfil, sin duda, debía admitir qué la carta de recomendación de la aseguradora era buena. El detalle venía cuando se enteraban del embarazo. No lo trataban mal, simplemente el podía ver que eso cambiaba la expresion en los reclutadores.

Porchay lo entendía, como iban a contratar a un encargado de area si iba a pedir permiso en unos meses y quien sabe si seria mucho o poco tiempo. Los dejaba sin cubrir ese puesto como si no hubieran contratado a nadie, pero aun así no perdía la esperanza.

-Pasare su información y nosotros nos comunicamos con usted para el siguiente filtro- le dijo una señorita cuando terminaron.

Salió del lugar enviando un mensaje de texto a Macau, diciéndole qué iría a desayunar por ahí cerca. Estaban cerca de la empresa del padre de Macau, de hecho, así que en cuestión de minutos lo vio entrar al restaurante.

-¿Como te sientes?- le pregunto.

Macau cada que lo perdia de vista era lo primero que le preguntaba al encontrarse otra vez.

-Bien.. no te preocupes tanto- le dijo con una sonrisa- Te pedí otra cosa.. para compartir-

-Lo sabia- le dijo riendo- te gusta robar mi comida-

-Es que en tu plato se ve más delicioso, no se porque- se justifico mientras le daban un vaso con jugo y a Macau un café con leche.

-¿Como te fue?- pregunto dando un sorbo.

-No lo se.. pude verlo en su expresion- respondió- todo iba bien hasta- suspiro acariciando su estómago- ¿Me están discriminando? Es decir, los entiendo pero..-

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