Bambi - KIMCHAY

15. Dos mundos diferentes en uno solo.

15. DOS MUNDOS DIFERENTES EN UNO SOLO.

Chay miraba a Porsche arreglarse en frente del espejo.

– ¿De verdad te gusta mucho Kinn, no? – preguntó Chay desde la cama

Porsche lo miró a travez del espejo – Sí, pero veo que a ti no ¿verdad?

– No es nada personal, pero... ¿no te parece un tipo misterioso? Como si ocultara algo.

Porsche suspiró, girándose hacia él – ¿Tú sabes algo que yo no?

– No, nada. Es solo que me da esa impresión – mintió Chay

Porsche inhaló – ¿Haz escuchado de los Theerapanyakul, verdad?

Chay negó ligeramente fingiendo demencia y supuso que su hermano si que sabía cosas...

– Bueno... se dice que ellos tienen negocios raros, como ilegales o algo así, pero bajo investigaciones siempre están limpios... Kinn es el hermano mayor. –

Entonces, Porsche sabía que Kinn pertenecía a la familia de mafiosos más grande de Tailandia, ¡¿y aun así estaba enamorado?! ¡Por amor a Dios!

– ¿O sea cómo la mafia?

Porsche vaciló – Algo así...

– Porsche... ¿te enloqueciste? – inquirió Chay taciturno, esto era muy hipócrita de su parte, pero es que era su hermano – ¿Te golpeaste la cabeza o algo? ¡Son la mafia! Gente peligrosa.

Porsche se rascó la cabeza – Ellos no nos harán daño, lo prometo. Mira, yo no lo sabía pero Kinn fue honesto conmigo y me dio la elección de dejarlo o... seguir.

– ¿Y seguiste? ¡Son unos asesinos, Porsche! – Chay se puso de pie – Esto terminará muy, muy mal para todos.

Era increíble, hace más de un mes, Chay estaba sufriendo en las garras del Theerapanyakul más joven solo para salvar el trasero de Porsche, y ahora resulta que Porsche está enamorado de Kinn, el puto jefe de la mafia, ¿qué tan mierda sonaba eso?

– Chay, Chay... – llamó Porsche – Conócelo un poco más, de verdad, él me hace feliz, y prometió cuidarnos, no pasará nada, a demás, sabes bien que yo me sé defender, a ti jamás te sucederá nada.

– Hia, tu no eres una mala persona...

– Kinn tampoco lo es –

¡¿Qué?! ¿como se le llamaba a una persona que secuestraba, mataba y... traficaba cosas ilegales?

– Chay, dale una oportunidad – Porsché tomó la mano de su hermano menor – ¿Por mí, sí?

Chay miró los ojos de su hermano y bufó – Bien, bien... tu ganas, hia.

– Eres el mejor, pequeño – le besó la frente – Ahora, ¿qué tal me veo?

– Guapo.

Porsche le sonrió – Seguramente, te amarán.

Chay suspiró...

Claro, sobre todo Kim...

Mierda, ¿cómo iba a verlo de nuevo? Bueno, no importa... no había pasado mayor cosa entre ellos, es decir, lo que fue, fue... Chay pudo continuar, ahora solo era el hermano del novio de su hermano, nada de jefe, nada de nada, ahora Chay podía mirarlo y hablarle como se le diera la jodida gana y si podía, iba a ignorarlo.

•••

Big los había recogido en la casa, y Chay en efecto fingió demencia, al igual que Big, al parecer, iban a jugar a los desconocidos y a Porchay le pareció bien. Ya conocía esas camionetas lujosas y polarizadas. Lo que si no conocía era el enorme complejo que se extendía rodeado de varios edificio, era una mansión enorme. Chay abrió ligeramente la boca mirando por la ventana, al igual que Malee qué salvó.