17. EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS+18
Chay, Chay... ¿qué estas haciendo? Chico, ¿en que problema te estás metiendo? Pero Chay hacía caso omiso a las preguntas que susurraban en su mente, él sabía que no estaba bien, hacerle eso a Malee no estaba nada bien, no era ético, no era humano, no era bueno, pero... ya no podía parar, sentía que no tenía la fuerza para alejarse físicamente de Kim, su cuerpo creo una química increíble con él, cuando estaban juntos Chay sentía que descansaba, que se llenaba de una paz interna espectacular e inolvidable, algo definitivamente irreal y entonces, ya no podía parar. Sí pensaba en alejarse de Kim, un dolor agudo se instaba en el área abdominal... eso significaba, que estaba jugando con fuego, tal y como Kim lo había dicho.
Chay entró al restaurante con Malee de su mano, Kinn le había reservado la mejor mesa para ambos esa noche, resulta que después de una semana del aniversario, Malee cumplía años, veinte años para ser exactos y Chay planeó celebrárselo en un lujoso restaurante, resultó que Kinn terminó pagando todo aunque Chay le imploró que no lo hiciera, Porsche tampoco ayudó demasiado... le dijo: Deja que Kinn lo haga, de todos modos, tiene mucho dinero para cien vidas, da igual. Y Chay solo bajó los hombros, ya que... al parecer a los Theerapanyakul no les preocupaba derrochar dinero.
– Es un restaurante muy hermoso – dice Malee
Chay sonríe – ¿Te gusta?
– Si, pero me gustas más tu –
El más joven sonríe, él quería a Malee... y entonces es cuando entendía la dicotomía de la infidelidad, ¿por qué las personas son infieles? Sí, efectivamente, no piensan en el dolor ajeno y son egoístas, eso estaba claro, ¿pero qué había más allá? Ese sentimiento de poder tener lo que deseas y lo que quieres, Chay quería a Malee, era un buen tipo y lo valoraba, pero deseaba a Kim, era un Dios del sexo y guapo, en ese momento, Porchay se dio cuenta que podía tener las dos cosas, a ambos.
– Chay... de verdad, no sé que hice para merecerte – dice Malee – Eres hermoso y tan dulce, cualquiera querría tenerte pero soya afortunado, yo soy el que puede ver tu lindo rostro en las mañanas, puede escuchar tu suave risa en las tardes y ver tu rostro colmado de placer en las noches, de verdad que soy un chico con suerte.
Wao.
Chay de verdad no se esperaba eso, Malee siempre había sido romántico pero aquello había sido tan... bonito e inesperado, que los ojos de Porchay brillaron, si... quizá Malee era afortunado porqué Porchay también lo quería pero no había nada de especial allí, Chay no era diferente a otros hombres, él era humano y pecaba, y si de algo Malee fallaba en su discurso de amor: es que Chay era completamente suyo.
– Te quiero – fue lo único que pudo decirle Chay que sonara sincero.
De acuerdo si, puede que ahora justo en este momento, Chay si sintiera culpa y se atoraba en su pecho, si tan solo supiera que hace una semana nada más, Chay buscó desesperado a Kim para coger con él, si tan solo supiera que esa misma noche Chay admitió que necesitó a Kim y a nadie más, y esa misma noche Kim le dió luz verde para seguir haciéndolo, Kim era eso que Chay necesitaba y podría tener cuando quisiera, la sola idea le lleno el abdomen de calor, podía cogerse a Kim tanto como quisiera, Kim era su amante,
Entonces... Chay pensó en algo inoportuno... ¿Kim tendría otros amantes? ¿Kim sería el desfogue hormonal de otro? La sola idea lo repugno, porqué si bien Chay engañaba a Malee, no le gustaba la idea de Kim tarándose a otros, aunque conociendo su promiscuidad... bastardo, seguramente sí que tiraba con más personas. En fin, no era algo que le importara a Chay ¿verdad? Kim y él no eran nada más que amigos con derecho, dos personas que se buscan cuando tienen ganas, nada más.
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Bambi - KIMCHAY
RomanceTERMINADA - Porchay era un chico que vivía su relación llena de pétalos, corazones y flores, va a la universidad, tiene un buen hermano, amigos idiotas... pero era un buen chico, sin embargo... todos sus límites se verán rotos cuando conozca a Kim T...