20. Por un instante.

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20. Por un instante.

Entonces todo cambió.

Todo su universo comenzó a cambiar poco a poco porqué Chay así lo había querido, declaró que la única forma de poder superar a Kim y no trascender más su relación era... distanciarse de él, sonaba cliché, si... pero, ¿qué más podía hacer? La confesión de Kim lo había paralizado y se detestó salir de esa habitación dejándolo así, confundido pero es que él también lo estaba, Kim dijo que quería estar con él pero... ¿de qué forma? ¿De qué hablaba? ¿Eran los celos inexplorados e inmaduros? Claro, Kim no tenía pinta de ser inmaduro, pero Chay sabía que Kim no entendía nada sobre el amor y compromiso, Kim era posesivo y quizá, él estaba confundiendo las cosas. Y... ¿Qué sentía Chay? Bueno, para ser honesto, cuando estaba con Kim sentía muchas cosas, incluso esas hermosas mariposas en el estómago pero le daba pánico, le daba temor... equivocarse, Kim no estaba enamorado de él, Kim estaba cogido de él que era diferente, lo necesitaba sexualmente, lo necesitaba poseer, lo necesitaba solo para él, y eso no era amor, era pasión y posesión, algo totalmente diferente.

Y Chay definitivamente, no quería salir herido, porqué si bien todavía no estaba enamorado de Kim, estaba creando lazos fuertes, se estaba acostumbrando a él, a sus besos suaves, a su forma de sonreír, a su forma de reír y a la forma de contarle sus cosas, habían creado una amistad que Chay amó, le gustaba tanto pasar el tiempo con Kim, incluso si no follaban, se sentía protegido a su lado, pero no podía solo abrirle su corazón sabiendo que él era una persona que nunca se ha interesado por el amor, él mismo se lo ha dicho: es solo sexo.

¿Por qué sería diferente ahora? ¿Por qué pensaría diferente? quizá por ese hambre de poseerlo y tenerlo solo para él, porqué Kim era así: egoísta. Entonces, esa noche, cuando Kim lo escuchó, escapó y definitivamente se ordenó olvidarlo y ser mejor persona: respetar a Malee, para empezar, no podía dejar que las cosas avanzaran, no podía dejar que su corazón dejara de querer a su novio, porqué su corazón ya palpitaba con fuerza cuando veía a Kim... su corazón ya... se calentaba cuando Kim lo tocaba y no podía dejar que avanzara a tal punto de... pensar que necesitaba a Kim a su lado, besarlo cada día, hacer el amor con él, ir a cine juntos, cenar en las noches... no, no quería permitirse pensar y sentir algo así por alguien como él.

– ¿Sabes una cosa? Deberíamos hacer un viaje – propuso Chay a Malee

El joven lo miró, estaban en el trabajo de Porchay, en la pequeña cafetería cerca a su casa, Malee estaba sentado en la barra esperando que el turno de Chay terminara y pudieran ir a cine o a cenar algo decente.

– Wao, ¿a dónde, bebé? – inquirió Malee

Chay se encogió de hombros, pensativo – No lo sé, ¿a la playa? Siempre he querido ir a la playa, Porsche y yo hemos tenido planes pero nada más que eso.

Malee sonrió ampliamente ante la idea – Me gusta, un par de días alejados de la ciudad será genial, sobre todo, vamos a tener tiempo para nosotros dos solos.

Chay asintió con una sonrisa endeble.

– Claro – musitó bajito – Debo avisarle a Porsche, él podrá ayudarme con el viaje.

Malee asintió – Excelente, ¿sabes? Te quiero mucho, bebé.

– Y yo a ti – murmuró Chay y continuó limpiando la barra.

Quizá si se alejaba de todo con Malee seguro sería más fácil y sería mejor que antes, podrían tener momentos a solas y disfrutarse, Chay tenía que pensar que Malee sí podía hacerlo feliz en todos los sentidos, Kim no podía arruinar eso.

Bambi - KIMCHAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora