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-No te entiendo- dije cuando estábamos de camino hacia París -Se supone que debes estar súper feliz, es el país del amor- Murmuré y Samantha solo miraba a través de la ventanilla.

-¿Dije algo?- comento y yo simplemente negué -Para tener 45 años te comportas como una niña- dijo y eso me hizo fruncir el ceño.

-Es tu culpa- Murmuré y ella giro su mirada hacia mi.

-Claro- y con aquello quedamos en silencio.

Aunque ella pelee se quedara en la misma habitación conmigo, esta no tiene discusión. No desde que me toco pasar tres días con ella detrás de otra puerta, fue una tortura querer tener mis manos encima de ella y lo único que recibía era un trato cortes y un montón de golpes con los folletos en mis manos cuando quería ponerlas en su cintura, hombros o cualquier puto lugar.

Pero a diferencia de antes se despide con un beso en mi mejilla ¡¡¡MEJILLAAAAAA!!! estoy al borde del colapso.

Estábamos de camino a la habitación luego de que la mujer escuchara nuestra acalorada discusión, soborne a la mujer para que dijera que no había mas habitaciones disponibles.

Ella tiene 1000 dolares en su cuenta y yo una mujer furica en mi habitación. Casi lo mismo pero mi mujer vale mas que eso.

-No lo puedo creer, tu tienes que ver detrás de esto- dice molesta, yo niego.

-¿Pero que hice? No había mas habitaciones ¿Eso es mi culpa?- dije con molestia.

Vi su rostro de confrontación y me sentí victoriosa -Que mas da- dijo y tiro su maleta.

-Lo dices como si fuera un suplicio- comento de mala gana, ella no responde.

-Ya- respondió a los minutos, la vi tomar algo de ropa y entrar al cuarto de baño.

Me senté en la terraza, era uno de los mejores hoteles, en uno de los mejores cuartos, con una de las mejores vistas y aun así tenia a la mujer que amaba, molesta conmigo y ni siquiera se la causa.

Siento que la puerta del baño se abre, se que ha salido porque la habitación de impregnaba con el olor a fresas de su shampoo, me quedo en silencio y no dejo de mirar el típico color naranja que caracteriza las luces en las noches de París.

Me tomo un tiempo y se lo doy a ella cuando se que se ha acostado, no se si esta leyendo o usando su teléfono, mucho menos si quizás me este mirando.

Camino hacia uno de los sillones dentro de la habitación y ella esta acostada, tiene un libro a su lado y solo esta mirando a mi dirección, debe sentirse extraña que no le este discutiendo.

-Sinceramente no se que pensar- digo -Hago lo que puedo para tenerte cerca, lo mas posible- gire mi rostro para mirar hacia la ventana -No se que hice, realmente no lo se, solo se que estoy enamorada de ti, tengo miedo que te vayas, que decidas por alguien mas- digo una parte de lo que siento.

Se que me esta mirando porque ahora se sentó en la cama. -Eilish-

-Se que todo inicio por mi ex, seguro es eso- afirmo -Pero si entendieras lo que significas para mi, no dudaría si un segundo de lo que siento por ti- confese -No soy una niña, lo sabes de sobra, voy por lo que quiero, te quiero a ti a mi lado, no estoy dispuesta a dejarte ir por un error que se puede arreglar hablando, te elegí a ti como se lo has hecho conmigo- cierro mis ojos -Por eso te pido perdón, por si cause dolor en ti tanto como lo siento yo ahora-

Varios días después...

Estoy llegando al departamento en donde vive Samantha y su familia, su madre me ha invitado a comer, y donde hay comida y esta Samantha estoy yo.

A veces puedo considerar que hablar es estúpido, pero esa noche causo que muchas cosas salieran a flote, las inseguridades y miles de cosas. Como el problema de mi ex.

Toco el timbre y aparece Sofi para recibirme, fantástico. La alzo y le dejo un beso en su mejilla, su madre se ríe mientras llega y deja dos besos en mis mejillas y luego aparece Samantha. Deja un beso en mi mejilla y yo dejo una aun mas largo, la veo alzar la mirada y su madre mirándonos de reojo.

Estamos hablando en el sofá mientras su madre nos trae algo de tomar, pero me es inevitable no dejar uno que otro beso en su mejilla, es gratificante y maravilloso volver a sentir su proximidad, tenerla pegadita a mi y sentir su maravilloso olor.

-Lamento no poder traer algo- comente cuando estaba ayudando en la cocina.

-Ni lo menciones hija- dijo riendo mientras Samantha ordenaba un poco la mesa.

-Es que ha sido muy rápido, la próxima traeré algo- me estaba riendo cuando Samantha se ubico a mi lado.

-Ya llego Samantha mejor nos callamos- aquello causo que Samantha abriera su boca en ofensa y entrecerrara sus ojos causando aun mas la risa de su madre.

-Señora , tengo una opción de trabajo para usted- comente.

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Coño lo sé es muy corto 🦙

*Disculpen los errores*

𝐒𝐄Ñ𝐎𝐑𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora