Capítulo 25 : Regalo

186 29 1
                                        

Todo era confuso y quería olvidar el hecho de que en verdad ella estaba frente a mi, pero las palabras no fluían y los pensamientos eran muchos, deseaba tanto que esté momento llegará pero no ahora, no cuando mis sentimientos ya le pertenecen a otra; Tenía la leve sensación de que esto ocurría pronto o tal vez nunca, por el hecho de que estuvo enviandole mensajes a Yoongi meses antes, de verdad que todo se había vuelto un caos ahora mismo, no tenía la más absurda idea de engañar a T/n y dejarla así porque si, solo porque a "mi novia" se le ocurrió aparecer después de más de cinco años, por dios, esto me jodía.

—Jisoo, ¿Qué estás haciendo aquí?— Fue lo único que mis labios podían pronunciar, quería reclamarle por su abandono, pero ya no valía la pena.

—¿Qué clase de pregunta es esa?, estoy aquí por ti — Me sonrió muy animada aún, pero extrañada por mi actitud algo fría.

—¿No crees que se te hizo tarde? — Me senté en el sillón detrás de mi escritorio perfectamente ordenado.

—¿Acaso el que no hayamos tenido comunicación todos estos años cambia algo? — Cuestionó confundida y sentandose a su vez en el asiento al frente.

—¿La respuesta no es obvia?— Respondí tratando de evadir el tema que se aproximaba. — Jisoo, jamás recibí una llamada tuya después de que te fuiste, ¡te necesitaba!— Trague saliva y me calme. — Cómo sea la distancia separa, además ni siquiera dejaste una nota, una carta para saber a dónde podía buscarte — La miré todo el tiempo — Yo ya no te amo.

—¿Qué? — Sus ojos se cristalizaron — Jamás terminamos Hoseok, ahora me dices esto, que absurdo — Se limpió la lágrima que cayó por su mejilla.

—Absurdo es que después de más de 5 años tú, te presentes aquí como si esos años jamás hubieran pasado, pero déjame decirte, si pasaron y fue doloroso.

—Pero yo jamás deje de amarte.

—Yo lo hice y ahora me gusta otra persona — Mire hacía otro lado ignorando su expresión de tristeza y asombro.

—¿Qué?, ¿cómo puedes decirme eso? — Se removió en el asiento.

—Creo que comienzo a enamorarme y no voy a perderla simplemente porque tú hayas aparecido — Aclaré firmemente.

—¿Comienzas?, eso quiere decir que aún puedes sentir algo por mi — Dijo ilusionada y acercándose rápidamente al escritorio.

—Es un decir, quizá lo dije mal — Lami mis labios — Estoy enamorado, ¿Contenta?

Ella solo dejo salir las lágrimas haciendo el momento incómodo.

—Era de suponerse Jisoo, yo no iba a esperarte toda la vida.

—Lo sé, pero yo sí lo haría por ti — Pronunció con un hilo de voz.

Me sentía conmovido por ello, porque jamás hubo algo que pudiera reclamar sobre nuestra relación, era tan sana, tan bonita que enserio me dolió que algo tan bello pudiera terminarse de golpe sin siquiera obtener una despedida que pudiera mantener mi esperanza de volver a lo que teníamos, pero el pasado es pasado y ahí debe de quedarse, no quería recriminarle más sobre su manera de irse, ni pensar en lo que tuvimos, ahora mi presente era T/n y lucharía por ella.

.
.

.
.

.
.

En otro lugar.

Yoongi.

Era sumamente satisfactorio tener a mi disposición al hombre que por tantos años me humilló, pisoteo y me trató como un perro, verlo al borde del abismo al que yo lo había llevado.

Sacó su arma y ahora estaba contra mi apuntandome, pero no tenía miedo de que me matará, era más bien divertido verlo llegar a este punto, desesperado por qué no diera el último paso para terminar de arruinarlo.

—Maldito— Hasta para insultos le faltaba cerebro.

—Adelante, mátame — Tomé el arma y la puse sobre mi frente descubierta — ¿O acaso eres demasiado cobarde para hacerlo? — Reí.

Lo estaba provocando y esto podría resultar al reves pero no me importaba, gozaba más del espectáculo que me estaba dando ahora mismo.

—Ya ya, baja eso — Expresó Seokjin apuntando con su arma a mi padre — Créeme quiero matarte y te estás poniendo en charola de plata — Sonrió en grande, lo cual disfrute.

Titubeó y lo vi temblar tragando saliva, estaba en un callejón sin salida con tres enfermos de venganza.

—Anda, maldito viejo , hazlo— Alce las cejas — ¿Te ayudo?

—¡Basta! — Gritó.

—No eres más que un don nadie, un mísero viejo sin familia.

—¡Ya!

—Bien, te lo dije — Pronunció Seokjin y disparó.

La sala se quedó en completo silencio después de que su cuerpo terminará sobre el fino tapete, era asqueroso.

—Ya se habían tardado — Dijo Taehyung. — Me muero de hambre.

—No es divertido si no juegas con tu presa — Reí.

—Tengo excelente puntería — Se felicitó a si mismo Seokjin por haber disparado justo en la cabeza de mi padre.

—Deberias — Respondí — Ahora que venga alguien a limpiar está basura, me gustaría saber cómo está Hoseok después de ver el regalo que le envié — Sonreí y mire el cuerpo asqueado para después dirigirme a la mesa al fondo.

Seokjin.

Ahora era un asesino, quizá me había vuelto una persona despreciable, pero me importaba en lo más mínimo, no podía decirse que hubiera matado a un ser humano, porque Jung Mino no lo era, era un asqueroso insecto al que debía aplastar.

Sabía que aunque más quisiera no podía, ni podría ser como Namjoon, lo hecho, hecho estaba y no tenía arrepentimientos sobre matarlo a sangre fría, esto lo hacía por las personas que más amaba y ahora aunque viviera una vida vacía tenía que seguir adelante, mi objetivo estaba hecho y si mi ambición deseaba la herencia, tenía que luchar por ello, aunque siguiera unido a mis resientes compañeros, aunque me negara en admitir que mi hermano se había convertido también en un asesino sin conciencia por mi culpa.

.
.

.
.

.
.

En otro lugar.

T/n.

Tenía tanto trabajo por hacer que era como una especie de refugio para tratar de calmar mis ansias por no pensar en Jungkook, en Hoseok, mis sentimientos estaban revueltos y no quería perder a ninguno.

No deseaba cuestionarme que sentía realmente por cada uno de ellos, ambos se habían ganado mi corazón y lo peor de todo era que no tenía la menor idea de que sentía, si los amaba o simplemente era una clase de sentimiento egoísta por querer tenerlos conmigo.

—No quiero atender a nadie ahora — Dije sin mirar a la persona que había entrado a mi oficina recientemente.

—¿Tampoco a mi? — Cuestionó aquel pelinegro que ocupaba el 50 porciento de mis pensamientos.

—Jung... Jungkook — Mi corazón comenzó a latir fuerte, lo veía tan atractivo y era como si mi manera de verlo hubiera cambiado de la noche a la mañana, lo estaba viendo como hombre, un atractivo y sexy hombre.

—¿Ya no vas a volver?, me preocupaste, pensé que algo te había pasado— Cerró la puerta.

—Necesito pensar y ordenar mis pensamientos —Trague saliva al ver qué se acercaba lentamente.—Jungkook vete porfavor.

—Lo siento nena, pero no me iré, llegué a la conclusión de que quiero tenerte a ti y a Jimin — Llegó parándose a unos centímetros de mi— Los quiero a ambos.

—Deja de hablar así, solo dices tonterías, no puedes hacerle eso a Jimin — Se acercó más.

—Creo que tendrá que compartir.

Mis sentidos estaban fuera de sí y este hombre era la causa.

𝑷𝒓𝒆𝒕𝒆𝒏𝒔𝒊𝒐́𝒏| ˁᴼᴾᴱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora