Mujer De Los Martileni

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Sofia

Estaba con los chicos en el estacionamiento, aún faltaban algunos minutos para que las clases comenzaran así que nos quedamos a charlar un poco.

—¿Compraras una mesa?— Me pregunta Marko.

—Sí, cuando salí con las chicas me enamore de una así que quiero ir hoy para comprarla— Estaba recargada en el cuerpo de Oscar mientras él estaba recargado al auto.

—¿Podemos acompañarte?— Niego a la pregunta de Marius —¿Porque no?—

—Es el primer mueble que comprare, quiero ir sola y sentirme toda una mujer independiente— Rio.

—Bueno está bien— Dice derrotado —Pero te iré a visitar apenas llegues a tu departamento—

—Está bien amor— Vuelvo a reír al ver sus caras de asombro —¿Porque esas caras? Es algo normal decirles así ya que somos novios ¿No?— Ellos asienten varias veces con una sonrisa.

—Suena muy hermoso— Samuel besa mis labios —Me encanta que nos llames así—

Le doy un pico —Lo hare siempre—

Todo quien llegará o pasará a nuestro alrededor nos miraba con asombro, si bien sé que hablan mucho sobre nosotros y sobre que yo una recién llegada pasa la mayoría de su tiempo con los hermanos Martileni. Desde que llegue no dejan de hablar de mí, diciendo diferentes cosas sin sentido y lo hacen más cuando ellos empezaron a estar a mi lado y parece ser que desde ahora no dejaran de hablar ahora que me verán besándolos a todos.

Al ser hora de ir a clase me despido de los chicos con un largo y apasionado beso a cada uno, las miradas y murmullos no tardaron en aparecer. Cada uno se va por su lado para ir a nuestras respectivas áreas, pasaba por los pasillos recibiendo todo tipo de miradas, no les doy importancia y entro al salón para ir hacia donde están las chicas.

—Hola chicas— Las saludos y ellas me sonríen.

—¿Qué tal Sofi? ¿Cómo fue tu fin de semana con los hermanitos?— Me pregunta Amelia.

—Genial— Dejo mis cosas en la mesa y las miro —Reunión en la cafetería-—

—Oh se oye bueno— Las tres reímos.

Las clases pasaron con normalidad, le digo a las chicas que se adelanten a la cafetería ya que quería ir antes al baño. Entro y me encuentro a la ex de Oscar junto a sus secuaces, ellas al notarme me dan una mirada amenazadora. Trato de no reír y me acerco al espejo a mirarme, ya teniendo novios quería verme bien para ellos, aunque ellos sepan que no soy una chica muy femenina pero aun así quiero verme bien para solamente a ellos.

—Así que es cierto— Habla la rubia operada —Eres la chica nueva que se está metiendo por los ojos a los Martileni—

Levanto una ceja incrédula a lo que dijo —No me le estoy metiendo en los ojos a nadie, no creo ser tu— Sonrió al ver su cara de ofendida.

—Es mejor que te alejes de ellos, o tendrás problemas— Me amenaza.

—No creo que yo tenga el problema, hazme algo y me conocerás, no los necesitó a ellos para ponerte en tu lugar— Ruedo los ojos para salir de ese lugar.

Camino a la cafetería, veo a las chicas sentadas en donde siempre y después veo a mis chicos con los gemelos Miretti, les sonrió cuando me ven y voy con las chicas.

—A ver, cuéntanos— Me dice Amelia apenas me siento al frente de ellas.

Rio —Bien— Nos acercamos —Soy novia de los siete hermanos Martileni—