Mujer De Los Martileni

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Sofía

—¿Iras al bufete?— Pregunta Oscar.

—Si amor, no tengo clases en lo que queda y pensé en ir a visitar a Camillo para no tener que vagar por la universidad mientras ustedes terminen— Bebo un poco de agua.

—Me parece genial que vayas a visitarlo, le gustara mucho verte allí. Además de que nuestros empleados deben acostumbrarse a verte— Habla Samuel, sus hermanos asienten de acuerdo a lo que dijo.

—Nunca en mi vida imagine que tuviera novios tan mayores, a veces me siento abrumada y preocupada—

—¿Porque?— Hablan los cuatro al mismo tiempo.

Suspiro antes de contestarle —Ellos son mayores, tienen mas experiencias en cualquier cosa y sobre todo sus gustos pueden llegar a ser mas extremos que los de ustedes—

—Dices que no eres lo suficientemente mujer para ellos ¿Es eso?— Habla Marius con una ceja levantada.

Asiento con la cabeza —Es una diferencia de nueve y ocho años, y además es claro que yo no soy experta en nada de esto, apenas y mi vida sexual comenzó y ustedes ya tienen experiencia en eso—

—No debes porque preocuparte— Habla Oscar con indiferencia.

—¿Porque no?—

—Porque eres nuestra mujer, nos complaces en todo momento—

—Eso no me convence mucho, me he enterado que ustedes eran unos mujeriegos— Cruzo mis brazos y ellos tratan de mirar a otro lado —Y por eso me preocupo, sino puedo complacerlos ustedes buscaran a alguien que si lo haga—

—Nunca haremos eso cariño— Dice Marko.

—Eso no lo sé, ustedes nunca tuvieron una relación y no saben qué cosas pueden hacer. Pero les aseguro que si me entero de algo extraño sobre ustedes y alguna chica que no sea yo, les juro que hare lo que sea para vengarme— Ellos tragan grueso.

—Bien, nena— Responden al mismo tiempo.

—Solo no pienses así de nosotros, te aseguro que no haremos lo que piensas y si somos hombres que han tenido mucha experiencia— Le doy una mirada asesina a Marius, este traga nervioso —Pero... Ahora eres nuestra mujer, la única que hemos estado oficialmente y la que hemos presentado a nuestros padres—

—Y hemos hecho cosas que nunca hicimos con otras mujeres, además eres la única que hemos llevado a nuestra casa y entrado a nuestras habitaciones— Marko agarra mi mano dándome caricias para tranquilizarme.

—Y eres la única mujer que ha hecho darnos tanto miedo— Oscar le da un codazo a Samuel —Es la verdad, Sofía da miedo de muerte cuando se pone de esta manera—

—Mucho cuidadito— Los señalo con el dedo y ojos chiquitos —Los estaré vigilando—

—Por favor nena, ¿Qué mujer puede compararse contigo? Dime que mujer no le tendría miedo a las carreras ilegales de motos—

—O que mujer puede cocinar tan deliciosamente como tú— Habla Marko.

—O que mujer les gana a los hombres en un partido de fútbol— Habla Samuel, rio un poco al recordar ese día.

—O que mujer llama justamente a las doce para felicitar a su novio y además de darle un gran espectáculo en la video llamada—

—Vale, vale, me han convencido— Reímos, ellos son geniales —Ahora regresando al tema de antes estaré con Camillo y ambos iremos al departamento—

—Bien, nos encontraremos ahí todos— Marius besa mi mejilla.

Después de terminar nuestro almuerzo me despido de mis novios menores para salir de la universidad encontrándome un auto estacionado justo en la entrada. Reconozco al chófer, es el mismo que me llevo a la casa de mis chicos en el cumpleaños de Marius y ahora me imagino que será el encargado de llevarme a cualquier parte si no están algunos de los chicos conmigo. Lo saludo al entrar, el solo me da un asentimiento de cabeza y conduce con total silencio. Debo acostumbrarme a esto, ya nada será igual que antes, pero es algo que debo aceptar.