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Sofia

Arreglaba todo para el medio día, había guardado una manta, varias cosas que Camillo me trajo por petición de Amos y algunos vasos, cubiertos y platos desechables. Era la primera vez que me sentía ansiosa y nerviosa, esto es porque no sé cómo vaya a reaccionar Marius ante la pequeña sorpresa que le daré. Mis hombres mayores y yo planeamos en almorzar en la terraza de la universidad, nuestro menú seria pizza, soda y el pastel de chocolate que prepare la noche pasada. La pizza es la comida favorita de mis chicos, le gustan mucho la de peperoni y por supuesto el pastel es el favorito de Marius. Iba a ser una pequeña reunión entre nosotros solamente, ellos y yo solos en la terraza comiendo y disfrutando ese corto tiempo entre los ocho.

Amos pasara a buscarme entre unos minutos, él se encargará de venir a mi departamento para recoger el pastel y llevarlo a la universidad sin que nadie lo note. Mis hombres menores no saben nada de este plan, mucho menos Marko que si lo supiera de seguro ya le fuera dicho a Marius, por esa razón solo lo sabemos yo y mis hombres mayores.

El timbre suena y voy rápido a abrir —Amor— Me lanzo a los brazos de Amos.

—Umm— Me sujeta bien de la cadera y entra conmigo aun yo estando colgada en su cuello —¿Me extrañaste cariño?—

—Mucho— Beso varias veces su mejilla —No me basta solo hablar por llamada—

—Entonces vendré a visitarte más seguido— Besa mi frente y luego mis labios —¿Preparada para hoy? Es un gran día y creo que será el mejor cumpleaños de mi hermano—

—¿Lo dices en serio?—

—Así es— Me deja sentada en el sofá, él se sienta a mi lado —Nunca antes hemos hecho estas cosas, por lo general solo nos felicitamos en el día y hasta en la noche es que nos veíamos de nuevo, hacer esto es nuevo y sé que le gustara—

—Eso espero, se lo mucho que todos ustedes se quieren y lo bien que se llevan y hacer esto para él es algo muy especial para mí— Miro mis manos —Aunque no sea mucho lo hago con todo mi corazón—

—Amor— Levanta mi barbilla con sus dedos —Todo lo que hagas para nosotros lo apreciaremos y atesoraremos, sea mucho o poco, sea grande o pequeño aun así nos gustara por el hecho que lo hayas echo con el corazón y cariño—

Vuelvo a lanzarme a sus brazos y me escondo en su cuello —Gracias— El me aprieta a su cuerpo —Hueles delicioso—

—Yo creo que tu hueles mejor, ese aroma a chocolate hará que nos vuelva locos— Acaricia mi cabello —Es nuestro favorito, y creo que tenemos a una muñequita de chocolate viviente—

Rio —Bueno...— Me acerco a su oído —Pueden comerme cuando quieran—

—Oh, esa es una invitación que nunca pienso rechazar— Me acuesta en el sofá el quedando encima de mí —Comeré un poco antes de irnos—

Amos se acerca peligrosamente a mis labios dándome un ardiente beso con lengua y mordidas incluidas. Mi Amos es algo brusco sin dejar de ser apasionado, siempre está dispuesto en pasar sus manos por cualquier lugar de mi cuerpo y si tiene la oportunidad se apodera de mis labios dejándome sin aliento. Nunca antes había sido tan atrevida como lo soy con ellos ahora, siempre fui reservada y tímida ante eso, pero ahora me gusta ser así.

Ellos me han ayudado mucho en mi autoestima, diciéndome palabras lindas y de apoyo, no les importa mi realidad, al revés, aman mi realidad porque saben que soy una buena mujer y nunca tendré otras intenciones con ellos que no sea amor y confianza. No me importa si ellos son ricos, mafioso o poderosos, no me importa en lo mínimo, solo busco en ellos amor, amor que nunca antes tuve y ahora lo estoy teniendo multiplicado por siete y amo todo esto.

Mujer De Los MartileniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora