Leonardo
—Sofia— Doy pequeñas palmadas en su mejilla al ver cómo se desplomó en mis brazos —¡Sofia!—
La desesperación llega a mí al verla en este estado, esta desnuda, con marcas de golpes en su pequeño cuerpo y en la comisura de sus labios sangre. Quito el abrigo que traigo y se lo coloco para al menos cubrirla un poco, veo al cadáver a un lado y maldigo en haberlo matado tan rápido, esto que le hizo a mi mujer merece algo peor que la muerte rápida. En mis brazos llevo a Sofia al auto, la coloco en los asientos de atrás y me apresuró a subir de piloto. No dudo en llamar a mis hombres para que limpien el lugar y luego llamo a Amos.
Este me contesta rápidamente —Dime hermano ¿Cómo esta Sofía?—
Aprieto el volante, aun con la ira que tengo mis lagrimas no dejan de salir —La han atacado— Logro decir —A nuestra mujer la han atacado dos hombres, esta grave y la estoy llevando al hospital de nuestros primos—
—¡¿Que?! Dime que no es cierto y solo es una puta broma—
—¡Nunca bromeara con eso! Estoy hablando de mi mujer, nuestra mujer— Golpeo el volante con rabia —Reúne a nuestros hermanos y vayan al maldito hospital— Ordeno.
—S-Si hermano— Cuelga la llamada.
Al llegar al hospital entro rápidamente con Sofia en mis brazos, no me importa estar lleno de sangre de todas formas nadie dirá una sola palabra por eso.
—Tráiganme a Dominic— Ordeno con fuerza, las enfermeras al verme no dudan en obedecerme.
Sofia aun no despierta, esta pálida y su cuerpo esta complemente congelado. Veo como mi primo llega hacia nosotros con pasos rápidos y mirada preocupada, no duda en quitarme a Sofía e irse con otros doctores junto a él.
Maldito sea el día que Graziella eso esa gracia. Ahora mi nena esta lastimada gravemente y quien sabe cómo estará después de esto.
—Déjame entrar con ella— Pido a Dominic quien me detiene.
—No puedes, no estando de esta manera— Me lleva a uno de los asientos —Siéntate y espera a que salga, cuidare de ella—
—No puedo dejarla sola, maldita sea— Grito mientras paso mis manos llenas de sangre por mi cabello —Casi fue violada por dos hombres—
Dominic me mira con pena —Debes ser fuerte por ella, no te alteres de esta manera porque no estas ayudando en nada—
—Lo dices porque tus chicas se encuentran bien bajo tu protección. No pude proteger a Sofia y mira donde esta, lastimada por mi maldita culpa, por no estar con ella aun así sabiendo que ella no lo desea— Mas lagrimas salen.
Me siento inútil, no pude hacer mi deber como es debido.
—No te carcomas, ella estará bien y sé que tu obtendrás venganza si es que ya no lo hiciste— Palmea mi hombro —Quédate aquí, debo ir con ella—
Dominic se marcha a la sala de cirugías.
Me dejo caer en la silla apoyando mis codos en mis rodillas y colocando mis manos en mi rostro. La imagen de Sofia estando tirada con dos hombres sometiéndola será mi tortura permanente, un recordatorio de mi maldita culpa en dejarla sola cuando no tenía que hacerlo. Me siento una mierda y tan solo pensar en que quizás pude llegar tarde hace que me sienta peor.
—Hermano— Levanto la vista al escuchar las voces de mis hermanos menores, pero no están solos, vienen mis padres y mis primos junto a sus chicas.
—¿Qué fue lo que sucedió?— Pregunta Camillo al llegar.
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Mujer De Los Martileni
RandomSofia Curuso llega a Italia para hacer una nueva vida en aquel hermoso país. Lo que no se esperará es conocer a un grupo de hermanos, siendo estos los mas populares de la universidad y también los más adinerados del país. Con esos hermanos ella con...