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Sofia

Al entrar al salón todos en el lugar se quedan callados al verme entrar, solo me mira con miradas extrañas, no sé si son de molestia, sorprendida o neutras. Sin darle importancia a sus miradas camino a mi lugar apartada del resto, las chicas aún no han llegado cosa que es extraño porque ellas siempre llegan primero que yo.

No entiendo el porqué de sus miradas, desde que baje del auto de mis chicos todos los que se encontraban en el lugar también nos dieron unas miradas extrañas, sobre todo a mí. Creo saber el porqué, ayer en la noche confirme mi relación con los hermanos Martileni y casi todos de la universidad estaban presentes en la fiesta de Marius. La noticia paso a todos de la universidad y ahora soy el centro de atención. Vaya, que ironía. Vine a este lugar para no causar alguna intriga y mucho menos ser el centro de atención, pero desde el primer día que pise este lugar lo soy solo por el hecho de ser extrajera y de acercarme a los temibles Martileni.

Además de que conseguí sin querer la atención de aquellos hermanos y de todos de la universidad, ahora parece ser que conseguí la atención del líder de la puta mafia italiana. Eso no me da buena espina, si fue amable y me ayudo, pero eso no quiere decir cuál sea su verdadera personalidad y me inquieta un poco.

—¡Sofia!— Amelia y Gia entran al salón, la primera corre hacia mi mientras que la otra solo camina con tranquilidad —Eres la sensación del lugar—

—¿Porque lo dices?—

—¿No lo sabes? Sales por todos lados— Me enseña sus redes sociales, en todas salgo yo con los chicos —Su relación se confirmó justo ayer por la noche, ahora eres la chica más importante del lugar—

Suspiro —Si, ya lo sospechaba. Todos me miran con mala cara—

—Ignorarlos, ellos solo tienen envidia de no tener tu misma suerte. Todas las chicas del lugar mueren por ellos y saber que tu conquistaste sus corazones le da mucha envidia. Además, nunca se esperaba que ellos tuvieran una relación polígama, ya que ellos siempre tenían novias propias o mejor dicho mujeres propias— Habla Gia.

—¿Tuvieron muchas?—

—Muchas— Gia le pega un codazo —¡Auch! Tenemos que ser sinceras, ellos eran unos playboys— Mira mal a su prima.

—Pero no ser tan sinceras—

—Tranquila Gia, es mejor saber esas cosas antes de tener una sorpresa inesperada—

—Tienes razón—

Las clases transcurren con normalidad, ya los demás no me miraban como si tuviera tres cabezas o un bicho raro. La ultima clase no la tuvimos, al parecer el profesor se enfermó o algo parecido. Para aprovechar el tiempo decidí recorrer el área de arte donde hay más cosas. No he tenido tiempo para poder hacerlo y tengo mucha curiosidad como son los salones de otras categorías del arte.

—Hola— Le digo a un chico que pasa por el mismo pasillo que yo. El me mira con una expresión neutra para luego sonreírme —Busco los salones de esculturas ¿Sabes dónde queda?—

—Ahora mismo voy hacia allá, nos toca práctica en estos momentos— Me muestra curiosidad —¿Eres Sofía Curuso, cierto?—

—¿Cómo sabes mi nombre?—

—Desde el primer día te volviste muy popular en todo el campus— Ríe con diversión —Debes saberlo, además de ser la chica más hermosa del lugar y ahora la más aclamada—

—No creo ser eso que dices— Cruzo mis brazos.

—Porque nadie te lo ha dejado saber, sabes que tus novios dan miedo— Me guiña un ojo —Soy Manuel, un gusto en conocerte— Me extiende su mano.

Mujer De Los MartileniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora