Marko
Ver a mi mujer acostada en una cama de hospital es una pesadilla para mí, así que compadezco a mi hermano mayor ya que el la vio en peores condiciones. De seguro esos recuerdos de ver a su mujer siendo violentada por dos hombres es una marca permanente para toda su vida. Aunque pueda imaginarlo, aun no se compara con vivirlo.
Esta vez no me quede con los brazos cruzados y aunque no tenga mi licencia de medico pude ayudar a Dominic en lo que sea. Sofia me impulso y me dio la valentía de enfrentarme al miedo que le tengo en salvar a la persona. Ese miedo lo cree cuando mate a mi primera persona, desde entonces se me hace muy poco ético convertirme en médico. Por esa razón en algunas situaciones en las que debo cuidar o salvar a alguien se me hace muy difícil de lograr. Pero esta vez la que me necesitaba es mi mujer, así que deje todo eso de lado y solo me concentre en ella.
—Debes aplicarle esta crema, aliviará la hinchazón de su pómulo y ayudará a sanarle rápidamente— Dominic me entrega los medicamentos que tengo que darle a Sofia por medio de un horario establecido.
Mi mujer no necesita ninguna o ningún enfermero ya que yo la cuidare en todo.
Por los momentos solo me encuentro yo a su cuidado, los chicos tuvieron que irse a hacer sus labores por petición de Sofia. Camillo hablo con el director de la universidad explicándole la situación, pero eso es lo de menos, mis madres son dueñas de ese lugar.
—Se quedará internada por dos días más, eso depende de cómo vaya su recuperación. Es mejor no moverla demasiado así que ten cuidado cuando están a su lado—
—No te preocupes por eso, será tratada como una diosa— Miro a mi chica dormir luego de una medicina para el dolor.
—Me enorgullece mucho verte de esta manera— Dominic palmea mi hombro —Pronto te daré la bienvenida al hospital, sigue así— Sale de la habitación.
También estoy orgulloso por el paso que di.
Regreso a su lado, tomando asiento en una silla al lado de la cama, tomo su mano y le dejo un tierno y duradero beso en su dorso. Amo a esta mujer, por ella daría lo que fuera con tan solo verla sonreír y nadie cambiará eso.
—Amor— Escucho su voz y no dudo en mirarla rápidamente —Debes dormir— Su voz suena tan débil.
Niego con la cabeza —Debo cuidarte y estar atento de todo—
—Pero amor...—
—Pero nada, aún hay riesgo y no me relajare—
Con eso solo se queda callada mientras desvía su mirada al ventanal. Hace eso para que no vea el golpe que tiene en su rostro. Mi pobre bebé no quiere ser vista de esa manera.
—Mírame Sofia—
—No quiero—
—Hazlo amor mío, eres hermosa y ese jodido golpe santa con rapidez— Tomo su barbilla suavemente y hago que me mire —No quedara rastro de ese golpe, eso te lo prometo—
—¿No te incómoda verlo?—
—Lo que me incómoda es que me desvíe la mirada por esa tonta razón. Siempre quiero ver tu rostro, no me importa como este porque con maquillaje, sin maquillaje y hasta con ese jodido golpe, eres hermosa—
Sonríe con ojos brillantes —Te amo, Marko—
—Te amo mucho más, nena— Beso su frente —Si me permitieras, te encerraría en una jaula de cristal y nunca dejaría que salieras. Nadie te podría tocar, nadie te podría ni siquiera verte. Tan solo seriamos mis hermanos, tú y yo—
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Mujer De Los Martileni
RandomSofia Curuso llega a Italia para hacer una nueva vida en aquel hermoso país. Lo que no se esperará es conocer a un grupo de hermanos, siendo estos los mas populares de la universidad y también los más adinerados del país. Con esos hermanos ella con...