Mi Alfa//Omegaverse//Katsudeku

No estás solo

La brisa de la mañana llegó a mi cuerpo, estaba frío, no me podía mover, abrí los ojos lentamente, estaba en una habitación blanca, muy bonita por cierto, comencé a llorar............me sentía un tonto, me dolía mi nuca, recordé todo lo que paso ayer. Trate de levantarme, pero las sogas amarradas a mis tobillos me detuvieron.

Escuché la puerta abriéndose, me volví a acostar, me hice el dormido, pero mi curiosidad fue más fuerte que mi miedo. Llegó ese estúpido y maldito alfa, traía algo cargando. Lo tiró en el frío suelo.

-¿Ya te quedo claro lindo?, La pasé de maravilla, es la primera vez que estoy agradecido con la greñuda....-Se agachó a la altura de la persona tirado. -Eres increíble en la cama, te amo-. Salió del lugar dejado a la persona ahí tirada llorando.

-¿Disculpa dónde estoy?-. Dejé de escuchar los llantos de aquella persona, levanto su mirada, y vi esos ojitos rojos llenos de lágrimas.

-¡Izuku!, Estás bien-. Se levantó como pudo, y fue corriendo hacia dónde estaba.

-Shigaraki...........¿¡Por qué tres la ropa rasgada!?-. Por un momento comencé a relacionar todo. -Ese maldito............ Shigaraki, por qué lo hizo, perdóname-. lo abraze, correspondió mi abrazo y lloro, me sentía una miseria. -¿Que paso?-.

-Mmm-e Violo-. Musito Shigaraki, aferradose más a el cuerpo de Izuku.
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-Tomura, ¿ya te sientes mejor?-.

-Ya........Izuku, no te pude sacar de aquí, de nuevo estás aquí y con una muy grande cicatriz-.

-No te preocupes, no sabíamos que iba a pasar eso............yo te pido perdón por lo que te hizo, no tenían por qué saber que eres Omega,  te arriesgarte por mi-.

-No se controlo-.

*Flashback*.

-Ve por ayuda, está perdido mucha sangre.........¡Dabi!, Ve por ayuda-.

-Escuchame Omega, no me quieras mandar, la estúpida ayuda ya viene en camino, levanté-.

-No lo voy hacer, puede morir si no lo tratan-.

-Dije QUE TE LEVÁNTES-. Agarro por los cabellos a Tomura, dejando la cabeza de Izuku en una sudadera.

-Dabi, me duele, Sueltame-.

-Camina-.

-No, Izuku, está ahí, déjame ir con el-. Suplicaba mientras era arrastrado adentro de la casa. -Métete ahí, vamos a jugar-.

-No, no, no ¡No!, SUELTAME, ¡AYUDA!-.

-Nadie te va a ayudar, estás solo-. Empujó al Omega dentro de la habitación, cerrando con llave la cerradura. -A donde crees que vas-. Abrazo al Omega levantando y aventando a la cama.

-No, Dabi, no no me toques -.

-Yo tocó lo que quiero y te voy a hacer mío, quieras o no-.

(...)

-¡Me duele!, Sácalo, ¡Ah!-. Gritaba de dolor.

-Calmate, aprietas muy bien-.

-Ya déjame-. Lloraba derramando sus lágrimas en las sábanas de la cama, estaba golpeado y mordido por todas partes. (Otra vez no pude defenderme). Pensó con lágrimas amargas, era la 3 vez que trataba de salir de ahí, y en cada una de ellas una mordída más se sumaba a su abdomen.

Quería que ese infierno ya se terminará, no me gustaba para nada, siempre soñé con entregarme a quien amara, y no lo logré.

-Perfecto, ya te probe-. Dijo Dabi saliendo del interior del Omega, saliendo sangre y semen de su entrada. -Te amo chiquita-. Beso a la fuerza, mordiendo los labios del contrario. -Ya no llores, para la próxima no seré tan rudo-.
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