Mi Alfa//Omegaverse//Katsudeku

Cita (1)

El sol alumbraba las calles, transitadas por Miles de carros, como el día anterior las banquetas llenas de colegiales, al ser día viernes era una bendición para todo, último día de clases/trabajo y estarían en bares, cantinas, videojuegos o lo que fuera con tal de no llegar a la casa, apoco no?.

Pero bueno entre tanta gente que va y viene siempre tiene que haber unos o dos despistados y esta no era le excepción.

-Izuku, ya despiértate, es tarde!!!!-. Grito una peliverde Omega desde la puerta de la habitación de su querido hijo.

-Por favor mamá, no grites, me duele la cabeza-. Se quejó el Omega tallandose los ojos.

-Mira nada más como está, te dije desde hace mucho que alcohol en la semana no!!-.

-Ahi, ya no grites-. Se quejó de nuevo envolviéndose con las cobijas.

-Son las 8 de la mañana, vas a llegar tarde, ya fui a dejar a Kota, por qué su madre está más crudo que una carne recién cortada......................con quién tomaste?-. Pregunto si madre después del pequeño consejo que le dió.

-Con.............no lo recuerdo-. Dijo el Omega..........bueno si lo sabía pero no le diría a su mamá que conoció a un alfa rubio, que llevan escasos días de conocerse y se fue a tomar una pequeña "bebida", con el.

-Bueno, pero ya levantate, que encerio vas a llegar tarde-. Dijo su madre saliendo de la habitación. Rápidamente nuestro querido Omega, se levantó, se alistó y salió 10 minutos después.

-Ya me voy ma!!!-. Grito desde la puerta, a su madre que posiblemente se estuviera bañando. Salió casi corriendo, ya que si que era tarde, ya en el camino buscaría una buena excusa para que lo dejarán pasar, ya que el director se veía una persona recta. 20 minutos después estaba en la puerta de aquella institución, cansado y con resaca, toco el timbre de la recepción en dónde un joven beta lo reconocio y abrio.

-Buenos días, maestro, como está?-. Pregunto el beta después de abrir el portón del lugar.

-Muy bien, gracias, nos vemos al rato-. Dijo el peliverde dándole un abrazo y diriguiste a paso apresurado a su salón de clases.

(...)
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-Creo que no vendrá hoy, ya es algo tarde para que pueda llegar-. Se dijo a si mismo aquel director rubio de la institución. Minutos después la puerta del salón en dónde se encontraba fue abierta, mostrando a un pecoso Omega exaltado y un poco sudoroso.

-Director Yagi..............buenos días perdón por la tardanza-. Se disculpo apenadamente.

-Buenos días, joven Midoriya, le dejo a cargo a sus pequeños, compermiso, adiós niños-. Se despidió el alfa de los pequeños remolinos sonrientes, al mismo tiempo que salía del lugar.

-Buenos días niños, siéntense por favor-.
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-Bakugou, Bakugou, ya levantate, tienes que desayunar-. Una dulce voz perteneciente al Omega rubio, lo hizo salir de su adorable sueño.

-Dejame dormir Denki, es muy temprano-.

-Son las 10-. Susurro con burla el Omega.

-Que?!-. Grito levantándose rápidamente de su cómoda cama. -Por que no me levantaste antes, voy demaciado tarde al trabajo...............y que haces tú aquí, deberías estar ya en la empresa-.

--Y dejarte aquí?, Sabes que ayer llegaste callendote de lo ebrio que venías -.

-No es cierto solo me tomé una ayer-.