Capítulo 1.-

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Las fuertes pisadas se escucharon por el lugar, mientras que la respiración del más bajo se volvía cada vez más agitada.

-s-spreen!- llamo al oso de gafas quien caminaba a algunos metros más adelante que este. -oye, hijo de puta! Detente no puedo caminar más rápido!- grito el mago al oso, quién seguía sin hacerle caso. -oye mamahuevo!- antes de decir algo más este tropezó con sus pies cayendo de cara al suelo haciendo un fuerte ruido de hojas y arbustos.

El osó al escuchar el golpe volteo y miro al mago quien se quedaba unos segundos en el suelo -hey capo, eres re pendejo- soltó haciendo que el hechicero frunciera el entre cejo.

Antes de levantarse alzo sus manos enseñando el dedo medio al oso, para después levantarse y sacudir sus ropas. -ahora si me vas a prestar atención hijo de puta, te estoy diciendo que camines mas despacio- menciono mientras se acercaba al de lentes de sol quien bajaba un poco la vista.

El argentino alzo un poco la ceja -che, yo no te dije que me acompañarás, vos fuiste el que insistió en venir, y todo para buscar una mierda "mágica"- hizo comillas a la última frase.

El de anteojos redondos miro al oso eh hizo un pequeño moin con sus labios - aver tengo que buscar una pequeña flor, y esa solo crece en un lugar frío y oscuro, brilla mucho y solo crece una cada seis meses, y como te dije antes, estoy seguro de que no crecerá cerca o a los alrededores de los pueblos porque es única y especial- explico con delicadeza.

El osó cruzó los brazos y miraba al hechicero. -ya, y Sho que tenía que ver en eso? Me lo puedes recordar- pregunto con un tono un poco sarcástico.

El hechicero solo entrecerró los ojos para luego suspirar. -necesito de tu ayuda encontrándolo... Es, es algo difícil el lugar al que iremos; aparte te pagaré por tu ayuda así que no me chingues -declaro el hechicero con molestia.

El osó volteo nuevamente. -bien, no es mi problema que te quedes atrás así que vamos anda más rápido Juan!- dijo mientras seguía su andar.

El hechicero solo refunfuño un par de veces para después seguir al oso con algo de molestia, se sentía pendejo por haberle dicho al oso que lo ayudara, pero sinceramente era el más indicado para aquella "misión".

Los gritos se iban intensificando en aquella cueva, el hechicero corría por su vida con la hermosa flor en manos siendo protegido por el oso quien evitaba que las flechas llegarán hasta el hechicero quién apenas y daba pelea simplemente quería sal...

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Los gritos se iban intensificando en aquella cueva, el hechicero corría por su vida con la hermosa flor en manos siendo protegido por el oso quien evitaba que las flechas llegarán hasta el hechicero quién apenas y daba pelea simplemente quería salir de ese lugar.

padres por accidente (spruan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora