Capitulo 11.-

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-estas seguro que esto va a funcionar? Drako?- el hechicero miro al monaguillo quien acomodaba unas velas.

Drako puso los ojos en blanco -ya van 100 veces que me lo preguntas, y si, si va a funcionar mamá huevo, por algo soy la mano derecha del profeta, y no un mago de circo - se burló del hechicero.

-chinga tu madre Drako, y como sea yo no soy un mago de circo, para tu información y te lo vuelvo a comentar soy el hijo del profeta y soy muy poderoso- dijo con superioridad

Drako lo miró y solo rodó los ojos, ya no le molestaba, no tanto pues al final estaba consciente de ello. -«ambos lo somos» - murmuró a lo bajó.

Juan solo cruzó los brazos y aparto la vista -y bueno que vamos a ocupar?- pregunto.

-algo del mocoso, algo que allá traído con el- respondió agregando los detalles finales

El hechicero pensó -su mantita? Claro! Voy por ella- contesto alegre subiendo las escaleras

Drako solo suspiro y se levantó del piso dejando la última vela, al parecer ya habían pasado dos días desde que el oso comenzo a cuidar al pequeño o al menos eso le dijo el hechicero y aunque se supone que era para que esté descansará al parecer no lo hizo lo mejor posible pues las ojeras aún se miraban debajo de sus ojos.

🔹💠🔹

Drako había ido a ver al hechicero por órdenes del profeta pues este se encontraba ocupado, y Drako a regañadientes fue a visitarlo encontrando un gran desastre en el santuario, libros por aquí y por allá, hojas y más hojas y ni hablar de algunas cosas flotantes al parecer el hechicero no había tenido tiempo de encargarse de eso, lo busco por todos lados hasta encontrarlo en el la casita de ese extraño puerco azul, este estaba dormido.

Lo cargo como costal de papas y lo llevo hasta su habitación dejándolo en la cama fue hasta que despertó que supo que se había quedó dormido mientras tomaba una terapia con el puerco.

-como sea Drako, debes irte estoy muy ocupado como para tenerte en mi santuario - menciono con molestía.

-sabes que estás hecho mierda no? Se supone que tenías que descansar mientras el oso de mierda cuidaba a la pequeña rata, que mierda es todo esto?- pregunto señalando todo el desorden.

Al igual que Drako, Juan también miro el desorden, -tu le llamas desorden, yo le llamo investigación- comento recogiendo algunas hojas.

"Investigación" pensó el mayor -quieres mi ayuda? Sabes siempre puedes pedirme ayuda- hablo con un tono arrogante.

El hechicero río - claro, que no, no necesito tu puta ayuda - arto por el tono del mayor. Este siguió en lo suyo mientras era observado por su hermano.

Drako hizo un puchero fastidiado para después sentarse en una silla -sabes, se una forma de encontrar a esa extraña persona que los atacó- fue suficiente para que el hechicero dejara todo lo que hacía y mirará al monaguillo.

-¿en serio?- pregunto

Asíntio -si, creo conocer una forma pero solo te ayudaré si prometes descansar un rato después de eso- menciono. No estaba preocupado no por supuesto que no... bueno la verdad es que si, el hechicero se veía como la mierda y era mejor ayudarlo en algo después de todo al final era su hermano.

Juan dudo por unos minutos -jurame que es verdad Drako, no estoy para aguantar tus mierdas- expuso con enojó.

El menciono alzó ambos brazos enseñando las manos -lo juro lo juró -

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Fue entonces que el hechicero acepto su ayuda, no tenía nada que perder así que se pusieron en manrcha. El hechicero bajo con una pequeña manta en sus brazos.

-bueno colócate justo en medio sostén bien la manta, recuerda es peligroso si te quedas mucho tiempo, si sintes que algo va mal solo di mi nombre te ayudaré a qué regreses más rápido - miro a Juan este prestaba atención a sus palabras.

-esta bien no te preocupes, se cuidarme - sonrió con ánimo -estoy listo puedes comenzar-

Drako asintió sacó su báculo y comenzó a recitar un conjuro, el hechicero se aferró a la manta para después comenzar a recitar el mismo conjuro en voz baja, las velas bailaban sin apagarse y un pentagrama aparecía a los pies del hechicero quien comenzaba a elevarse.

Drako sin apartar la mirada del hechicero seguia recitando el conjuro observando de vez en cuando aquel pentagrama, sabía que todo estaba bien, una luz se fue intensificando todo al rededor del pentagrama atrapando al hechicero quien se encontraba en el centro con fuerza Drako golpeo el suelo con el báculo mirando como las velas se apagaban y el hechicero desaparecía, todo avanzaba como debía.

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Aquí están estos capítulos, perdón que ayer no subí el capítulo 10 jaja andaba ocupada

MR.S

padres por accidente (spruan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora