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Tn se dejó caer en la cama, mirando al techo. Fue el mejor motel que pudieron encontrar a esa hora. Se detuvieron en una gasolinera para repostar (el coche y el estómago) y habían encontrado los folletos del motel. Según WonYoung, si un establecimiento estaba dispuesto a gastar dinero en publicidad, tenía que ser del tipo bueno y no del tipo de pago por hora y hacer su negocio y luego volver con su cónyuge. Motel.

Aún así, no pudo evitar repasar todas las películas de terror que había visto que tenían lugar en un motel.  Comenzó a contarlos con los dedos cuando hubo un suave golpe en la puerta. Que cliché. Resopló y se levantó, preparándose para regañar a WonYoung y enviarla de vuelta a su habitación.

—Rei -sus labios automáticamente formaron una sonrisa al ver a la mujer un poco más alta apoyada contra el marco de la puerta- Ey

—Supongo que entonces no estabas en la cama -se rió Rei, sonando un poco nerviosa.

—Nah -Tn le dio una sonrisa irónica- pero yo estaba en ello. ¿Quieres entrar?  -Se hizo a un lado para dejar entrar a Rei y cerró la puerta detrás de ellas, bloqueando la corriente de aire frío.

—En realidad, yo eh…-Rei se aclaró la garganta, sus mejillas inusualmente rojas. Le dio a Tn una sonrisa tímida- Quería preguntarte si podrías hacer eso otra vez.

—¿Que cosa? -Tn miró fijamente, moviéndose de un pie a otro.

—Esa cosa -sonrió Rei y extendió su mano, moviendo los dedos a modo de invitación.

Tn soltó una risa sorprendida. 

—¿Viniste a preguntar si podía sostener tu mano? ¡He sostenido tu mano docenas de veces antes!

—Pero se sintió diferente hoy.

Tn podía sentir el calor arrastrándose por sus mejillas ahora. Sabía lo que quería decir Rei. Se había sentido diferente. Porque era diferente.  Reunió una explosión de coraje y deslizó su mano en la de Rei nuevamente.  Durante unos segundos, ambas se miraron con las manos unidas. Y entonces sus ojos se conectaron.

Tn fue la primera en acercarse. 

—¿Vamos a quedarnos aquí tomadas de la mano? -preguntó, su voz bajando a un susurro.

Rei sonrió, con la cabeza ligeramente inclinada mientras intentaba luchar contra el sonrojo. 

—¿Por qué? -preguntó, sus palabras un poco agudas ahora- ¿Hay algo más que quieras hacer?

—Sí, quiero decir buenas noches -los labios de Tn se apretaron, tratando de contener la risa ante la expresión caída de Rei- Así -elaboró, tan cerca que estaban pecho con pecho. Podía sentir la respiración entrecortada de Rei en sus labios. 

Puso una mano en la mandíbula de Rei, al mismo tiempo consciente de que la mano de Rei serpenteaba alrededor de su cintura. Los ojos de Rei se posaron en sus labios y luego volvieron a subir.  Su mirada, como siempre, estaba llena de adoración y anhelo que hizo que Tn se arrepintiera de haberla hecho esperar tanto. De repente, Tn no pudo prolongarlo.

Conectó sus labios, un toque ligero como una pluma que le dio vida a Tn, sumergiendo todo su ser con un calor pulsante, induciendo un escalofrío que recorrió su cuerpo de pies a cabeza.  Apenas fue un beso, pero cuando se separaron se sintió como un hambre voraz que, sin saberlo, había estado acechando dentro de Tn, finalmente había sido gratificada.

—Lo siento -dijo Tn con voz áspera, apoyando la cabeza en el hombro de Rei.

—Está bien -Rei chasqueó la lengua- Estás un poco oxidada y hay margen de mejora, pero me las arreglaré con eso.

—¿Qué? -Tn se echó hacia atrás y golpeó a Rei en el hombro- Quiero decir que lamento haberte hecho esperar y...

Se detuvo en seco ante el estruendo de la risa de Rei, todo su cuerpo vibró. Y Tn se encontró uniéndose.

—Solo bromeaba -Rei sonrió tímidamente- Pero en serio -adoptó una expresión seria, pasando los dedos por el cabello de Tn- valió la pena la espera. Tengo todo el tiempo del mundo para ti, Tn.

Persiguiendo El Viento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora