Amigos

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Jade.

Luego de culminar mi día de trabajo, estoy sacando mi cartera del casillero cuando llega un seguridad informando que me esperan en recursos humanos, me dirijo a la oficina y me recibe una atareada Sofía.

- ¡Ho! Jade que bien que llegas, iba de salida a llevar estos documentos a la gerencia - habla mientras toma de su escritorio varias carpetas amarillas.
- Mañana estás libre por lo tanto te espero el domingo, puntual como siempre. El domingo trabajarás en recepción, ten - me entrega el uniforme doblado.

- Está bien Sofía nos vemos el domingo - ella sonríe y sale muy apurada dejándome sola en la oficina.

Salgo del hotel rumbo a la casa de Eros, ya teniendo tantos días viviendo aquí, me percate de una línea de bus tiene una parada cerca de la casa, ya tengo dos días que voy en bus en vez de tomar un taxi, solamente tengo que caminar un par de cuadras y listo.

Cuando estoy caminando escucho mi celular con el sonido de un mensaje entrante, lo tomó y leo.

Mensaje
Victor Prada 7:02 PM
Buenas tardes Jade, quería despedirme de ti pero se me hizo tarde en una reunión.
Espero con ansias que termine este día para poder verte mañana.

Descansa.

Sonrió como una tonta mientras camino, llegó y como de costumbre subo a mi habitación, descanso un rato, voy a la cocina y tomó de la nevera un yogurt de durazno, hoy no tengo mucha hambre, luego de comer el yogurt me dirijo nuevamente a mi habitación y llamó a Susa y a Ángel, los extraño tanto hablamos por más de una hora.
Al terminar la llamada me doy una ducha y me pongo mi pijama, que consta de un shorts corto y una camisa de tiritas, si, la misma con la que me vió Eros en la biblioteca.
Después de ese encuentro no me lo puse más, pero hoy hace mucho calor y ese conjunto es muy fresco. Total, no creo que me lo vuelva a conseguir, es mucha casualidad.

Me despierto, me siento en la cama y me estiró poniendo las manos para arriba luego veo la hora, ya son las 7:20 AM.

Me levanto voy al baño, me lavó los dientes y la cara, cuando me estoy peinando tocan la puerta de la habitación.

- ¿Quien? - grito parada en la puerta del baño mientras paso el peine por mi cabello.

- Jade, niña es Juana. El señor Leonel la llama por teléfono - responde del otro lado de la puerta.

Camino hasta la mesa de noche y tomó el celular, está apagado.
"No lo puse a cargar anoche"

- Si ya salgo - respondo.

Dejó el peine en la mesita de noche y abro la puerta.

- Jade toma la llamada desde el despacho, ve, ve - me dice Juana.

Bajo las escaleras corriendo de dos en dos y cuando giro la esquina para ir al despacho, choco con alguien, pierdo el equilibrio pero un brazo muy fuerte me tomó de la cintura y me pegó de algo muy duro con un aroma a perfume de hombre caro.

Levantó la mirada y veo a Eros con una sonrisa socarrona en sus labios.

- Directo a mis brazos - me dice al oído haciendo que los vellos de mi nuca se ericen.

Me alejo de él de un empujón y Eros aprovecha para escanear de pies a cabeza.

- Lo siento, solo iba a tomar una llamada al despacho - le digo tragando la vergüenza que siento en este momento al recordar que ando en pijama.

- No te preocupes Jade, a mi no me molesta darle los buenos días a una mujer hermosa con un abrazo o quizás un "beso" - él enfatizó la última palabra y con eso me doy cuenta que si recuerda lo que pasó la otra noche.

Un amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora