Jade.
Camino a la sala de reuniones, al ingresar veo a varias personas sentadas alrededor de la mesa.
Están tres camareras, tres asadores y tres del departamento de mantenimiento.— Ya estamos todos — pregunta Eros a mi espalda exaltandome del susto, pues, no sabía que venía detrás de mí.
— Si, creo que sí — ingresamos dando las buenas tardes.
Unos empleadas de la cocina nos traen un termo de café negro, un termo de chocolate caliente, una jarra de jugo y una bandeja con galletas, colocan todo en la mesa y empiezan a servir según lo que pide cada persona.
La reunión fue muy productiva, el personal está conforme con los cambios que se ha dado, una camarera sugirió el capacitar al empleado para poder surgir, me parece muy buena idea, quizás pueda realizar cursos de idiomas, atención al público y quién sabe cuántos más, de esa manera se pueden preparar para un cargo mejor. Luego hablaré con Eros sobre ese tema, tomó nota de las sugerencias.
Cuando culmina la reunión ya es la hora de salida. camino a mi oficina para dejar todo en orden cuando alguien toca a mí puerta.
— Pase — la puerta se abre y entra Víctor.
— Hola Víctor¿Cómo estás?
— Hola preciosa, bien y tú.
— Bien, pero dime qué te trae por acá.
— Solo quería saludarte y felicitarte ya me enteré que tu hijo está contigo — me abraza.
— Si, por fin estamos juntos — terminamos el abrazo.
— ¿Y cuándo lo conoceré?
— Jade ya nos va… — La puerta se abre y entra Eros, el deja de hablar cuando ve a Víctor.
— Señor Smith, ¿Cómo está? — dice Víctor en cuanto lo ve.
— Bien Víctor, ¿Cómo va todo en el departamento de ama de llaves? — contesta Eros luego de suspirar.
— Todo bien señor, ya las habitaciones remodeladas están casi listas, mañana las entregaré como vacantes limpias.
— Que bien, me alegro, lo has hecho bien.
No puedo creer lo que veo, Eros está siendo amable y educado, será que me dormí mientras estaba en la reunión y esto es un sueño, me pellizco el brazo disimuladamente para despertar de ese sueño, pero no, esto está sucediendo de verdad.
— ¿Jade nos vamos?
— Si, — le contesto, volteo y veo a Víctor — Déjame organizarme para que conozcas a mi hijo y a Susana, luego quedamos — Tomo mis cosas y salimos de mi oficina.
— Está bien, nos vemos Jade, hasta luego señor Smith — se despide Víctor y se va.
Salimos en silencio, ya Max nos esperaba, nos subimos en la parte de atrás de la camioneta.
— ¿Y qué opinas de lo que dijeron los empleados en la reunión? — pregunto.
— Me pareció una buena idea lo de la capacitación — me dice y yo lo miro con alegría.
— En serio, yo pienso lo mismo.
— Si, pero hay que estudiar costos y horarios para poder realizar ese nuevo proyecto — él me mira y luego sonríe como un niño cuando planea una travesura.
— Sabes, de esas cosas se encarga la sub gerencia, lamentablemente no tenemos a nadie en ese puesto para que evalúe todo.— ¿Entonces necesitas a un subgerente para poder llevar a cabo ese proyecto?
— Si.
— Está bien Eros, tomaré el cargo.
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Un amor inesperado
RomanceJade Díaz una mujer que tuvo mala suerte en el amor, ella decidió dedicarse a su hijo y al trabajo, pero un día todo cambia inesperadamente, cuando decide ayudar a una señora que se desmaya en su lugar de trabajo, la señora sufre una enfermedad term...