La noche era iluminada por la brillante luna llena, acompañada de unos cuantos luceros que titilaban en sincronía. La oscuridad acobijaba el cuerpo de dos almas que estaban destinadas a encontrase esa noche.
TaeHyung salía corriendo de un callejón, su cabello un poco revuelto a causa de su huida. Sus ojos demostraban miedo e imploraban ayuda y cuando choca con un cuerpo el pánico se apodera más de él.
— Con cuidado chico. — El azabache sostiene el cuerpo tembloroso de TaeHyung.
Sus miradas conectaron y sin poder controlarlo sus ojos brillaron del color característico de sus formas animales.
— N-no me lastimes. — Suplicó bajando su mirada. — Solo déjame ir, no quiero trabajar más en ese lugar y por eso renuncié. — El azabache lo veía con incertidumbre. — ¡No entienden que no quiero entregarme a ese viejo asqueroso por un aumento! — TaeHyung luchaba por zafarse del agarre que le impedía seguir corriendo lejos de ese lugar. Aunque el azabache no lo estuviese sosteniendo fuerte, el chico luchaba, su cuerpo y mente le dictaban que siguiera corriendo.
— No sé de qué me hablas. — Observó como dos presencias se acercaban hacia ellos. — Tranquilízate y habla más despacio que casi no te entiendo nada.
— Por favor déjame seguir con mi camino. — Dijo casi en un susurro. — Solo quiero alejarme de ellos...
TaeHyung percibió nuevos aromas, los cuales ya conocía, y para su desgracia eran las esencias de los hombres de los cuales huía. Volteó ligeramente su rostro y cuando confirmó que eran esos hombres; rugió dando a entender que se defendería.
— ¿Ellos te quieren lastimar? — TaeHyung asintió rápidamente. — Ponte detrás de mí. — Ordenó. — Nadie te va a tocar. — El azabache enderezó su postura. — No te muevas de tu lugar, yo me encargo de ellos.
TaeHyung obedeció, no confiaba del todo en el azabache; pero algo dentro de él le decía que estaba más seguro con aquel hombre. Así que dejó un poco de su desconfianza a un lado y se dedicó a observar como el azabache se movía frente a él y lo cubría con su cuerpo.
El azabache inhaló profundo en un acto de pensar su siguiente paso para tratar con los individuos. Pero un aroma en particular llegó a sus sentidos y esto lo hizo querer sacar de ese lugar a aquel chico. No lo conocía en lo absoluto, pero su animal interno le gritaba que no lo abandonara, y lo protegiera.
— ¡Kim TaeHyung! — Uno de los hombres lo llamó a gritos. — El jefe aún no termina contigo.
— Lo siento señores pero el joven Kim ya terminó con su jefe y se irá conmigo. — El azabache se plantó frente a los dos hombres y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón formal.
— Él se irá con nosotros y nadie lo impedirá. — Uno de los chicos avanzó hacia el azabache e hizo el amague de agarrar uno de los brazos de TaeHyung.
— ¡¿Son sordos?! — Dijo el azabache quitando la mano que casi toca al cuerpo que se encontraba detrás de él. — Lo tocan y les parto la cara. — Chasqueó su lengua en un acto de controlar a su animal. Por alguna razón la acción de que quisieran tocar al chico hizo que sus instintos territoriales y protectores amenazaran por salir.
— Solo déjanos llevarnos al chico.
— Les digo que eso no pasará. El omega se va conmigo. — Un leve rugido salió de su pecho y sus colmillos salieron sin permiso. Leves rayas de su animal interno se hicieron presentes en una de sus manos. En un segundo volteó su rostro para ver al chico que protegía, y pudo divisar como sobresalían las puntas de unas orejas rayadas en la cabeza de TaeHyung.
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𝐌𝐢 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 𝐑𝐚𝐲𝐚𝐝𝐢𝐭𝐨. ||+18|| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞.
RomanceJeon JungKook, un híbrido tigre blanco de bengala se cruza en el camino de Kim TaeHyung, un tigre siberiano que corría en busca de seguridad. Pasarán la noche juntos sin imaginarse que aquel encuentro dejará un pequeño regalo. Jeon jamás pe...