🐯 Cap 09

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Perdón, mi vida, pero ahora no puedo mantener mucha distancia contigo.

— Kookie, te quiero ver. — Estaba tan ensimismado en la sensación de libertad que le daba la lluvia, que no se había percatado de la presencia que lo mirada totalmente enamorado.

— Primero que todo... Tú no te vas a ir al apartamento caminando. — TaeHyung detuvo sus giros. — Segundo, aquí estoy para que me veas las veces que quieras.

— ¡Kookie! — Se abalanzó a los brazos del alfa. — Si sirvió llamarte con la fuerza de mi corazón. — Enredó sus manos alrededor del cuello del azabache, y este último no dudo en enredar sus brazos alrededor de la cintura del omega.

— Siempre llegaré hasta donde tú estés. — Lo levantó un poco del piso.

TaeHyung le sonrió, sus ojos brillaron en un verde esmeralda. — ¡Bésame, JungKook, bésame! Quiero un beso de mi rayitas.

— Rayadito, mi eterno amor... — Los ojos del alfa brillaron en un rojo rubí.

Ambos estando frente a frente, con sus ojos expectantes ante cualquier movimiento del chico que les acelera el corazón, y sus manos realizando tímidos movimientos sobre la ropa húmeda, se perdieron en el eco de la fuerte lluvia. Y con los destellos de luz en sus estrellados ojos, conectando su vida pasada, presente y futura, todo a su alrededor se detuvo, el tiempo y el espacio se habían esfumado.

Se acababan de encerrar en su pequeña burbuja, solo eran ellos, sus corazones y almas.

— Mi rayitas...

— Soy tu rayitas, tu alfa y lo que desees... — Con delicadeza hizo que los pies del omega tocaran el piso.

TaeHyung estaba perdido en aquel brillo rojizo que destellaba con intensidad en los orbes del alfa. — Rayitas, mi rayitas...

— Omega, mi omega, mi pequeño rayadito... — Los dedos del alfa acariciaron con delicadeza aquellos labios rosas.

— Necesito que me beses, bésame mi rayitas. — Sus labios hormigueaban ante el tacto del alfa.

Mi omega. — Los orbes de la pareja brillaron con más intensidad.

Mi alfa...

El animal interno del omega llamaba a su alfa, y el humano deseaba gritarle que era su alfa, y que él, Kim TaeHyung era su omega. Pero parecía que sus cuerdas vocales se negaban a liberar aquellas palabras que haría a cierto azabache brincar más que feliz.

A causa de la conexión que estaban teniendo en ese momento, con sus animales presentes en sus miradas; JungKook escuchó perfectamente aquello que no salía de los labios de su pequeño rayadito.

Sonrió enorme y se dijo que seguiría esperando el día en que aquellos labios pronunciaran lo que en su mente gritaba.

— Mi rayitas... — Le repetía una y otra vez. — Tus labios... Deseo probar de nuevo tus labios...

— Rayadito... — Abandonó las caricias de aquellos labios rosas, y sujetó la cintura del omega. — Te besaré las veces que tú quieras. — Alzó en el aire al omega, y este posó sus manos en los hombros del alfa.

— Bésame hasta que me hagas olvidar el dolor... — Hizo una mueca ante la punzada que sintió en la herida de su mano. — Bésame hasta que me dejes sin aliento. — Enredó sus brazos en el cuello de JungKook.

— Con besos y caricias, eliminaré de tu sistema cualquier dolor. — Juntaron sus frentes. — Seré tu medicina, una bandita para tu alma y corazón, tu lugar seguro... Seré todo lo necesario para liberarte mi amor.

𝐌𝐢 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 𝐑𝐚𝐲𝐚𝐝𝐢𝐭𝐨. ||+18|| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora