Estaba perdido en una nube de lujuria. Con cada minuto que pasaba, sentía que compartiría su segundo orgasmo con el alfa.
— Amor, despacio, harás que me venga.
— Eso quiero, vamos, rayitas, tu amigo el tieso necesita liberarse...
El cuerpo del omega se desplomó.
— ¿Amor...? ¿Estás bien...? — con delicadeza recostó el cuerpo inconsciente — Por todas mis rayas, esto estuvo intenso —. Expresó bajándose de la cama —. Perdóname, rayadito, pero tuve que hacerlo —, caminó hasta alejarse del omega —. Espero no te enojes por haberte dado los supresores junto a un somnífero.
Se dirigió al baño para buscar una toalla, y humedecerla. Necesitaba limpiar el cuerpo de su amado. Bueno, al menos sus piernas, cuello y rostro. Ya miraría la manera de ponerle el pijama sin ver las marcas que tanto se niega a mostrarle.
— Lo siento, enserio, no quería hacerlo — repetía cabizbajo, saliendo del baño —. Pero es que...
Sus pasos se detuvieron cuando se tropezó con una presencia frente a él.
— ¿Es que qué?
— Ra-rayadito — soltó la toalla —, ¿no estabas...?
— ¿No estaba drogado? ¿No estaba durmiendo? ¿No estaba qué, alfa del demonio?
Cruzado de brazos, esperaba una respuesta.
— ¿Por qué despertaste tan pronto?
— Será porque cuando tú vas, yo ya he ido y vuelto unas 10 veces.
— ¿Qué dices...?
Intentó acercarse, pero TaeHyung retrocedió. Así que detuvo sus movimientos.
— Jeon, ¿creíste que me podrías engañar tan fácil?
— No te engañé.
— ¿No? Entonces, pedirle a Hoseok que junto a mis supresores, agregara somníferos, ¿qué es eso?
— Amor, yo...
— ¿Pensaste que no sabía que con el agua y los besos de hace rato, me estabas dando esas pastillas? ¡Me estabas engañando!
— Mi vida, yo sólo quería...
— Te equivocaste, señor Jeon — interrumpió rugiendo en molestia —. Te informo que lo que trajiste del apartamento de Hoseok, son pastillas de dulce.
— ¡¿Qué?!
— Recuerda que mientras tú vas, yo ya he ido y vuelto 10 veces — sonrió orgulloso —. Los escuché hablar.
— Amor, te lo explico.
— Escúchame, ah~...
— Rayadito...
— Quédate donde estás — apretó sus piernas, y se sentó al borde de la cama —, me vas a escuchar —, con la manga de la camisa, secó las gotas de sudor en su frente —. Escuché como Hoseok aceptaba hacerse cargo de mí en el próximo celo. Esperé la oportunidad para hablar con él, y le dije que para estas fechas debería pedir turnos dobles en el hospital, así tu no tendrías de otra que venir a cuidarme.
— ¿Cómo dices que dijiste?
— No me interrumpas — lo señaló, mirándolo con seriedad —. No pudo negarse. Ese Sol del infierno no puede vivir sin nuestro hijo. Y era aceptar mi sugerencia, o soportar dos semanas sin poder visitar a nuestro cachorro.
— ¿Él sabía del cambio en tu medicamento?
— Claro que no — negó mordiéndose el labio inferior —. Quiero sexo~... — Jadeó al sentir su lubricante escapar — Volviendo al tema, el cambio lo hice sin que él se lo imaginara.
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𝐌𝐢 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 𝐑𝐚𝐲𝐚𝐝𝐢𝐭𝐨. ||+18|| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞.
RomantizmJeon JungKook, un híbrido tigre blanco de bengala se cruza en el camino de Kim TaeHyung, un tigre siberiano que corría en busca de seguridad. Pasarán la noche juntos sin imaginarse que aquel encuentro dejará un pequeño regalo. Jeon jamás pe...
