🐯 Cap 05

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TaeHyung ya tenía listo el baño y el pijama de su cachorro. El agua de la tina estaba tibia y con muchas burbujas, tal y como le gustaba a su cachorrito.

Ahora se encontraba sentado en la cama de su hijo, esperando que el infante saliera del baño con su bata de baño. Constantemente miraba hacia la puerta de la habitación esperando ver la figura del alfa aparecer.

— Y que no iba a contestar.

— ¿Qué dices papi?

— ¡¿Por qué pareces tigre ninja?! — Gritó del susto.

No había sentido cuando su cachorro llegó a su lado.

— Estás muy nelvioso, papi. — Dirigió su manita al pecho del omega. — Tu colazón palece caballito loco.

— Me asustaste, tigrecito ninja.

— Papi... — Lo llamó. — No te hagas el loco y contéstame la plegunta.

— Tu padre se está tardando. — El pequeño miró hacia la puerta.

— Eso no fue lo que dijiste.

— ¿Qué?

— Papi, tu dijiste otla cosa. — Se cruzó de brazos. — ¿Pol qué estás tan lalo desde que a papá Kook le llegalon esos mensajes?

— No estoy raro.

— Clalo que sí.

— Tigrecito, se hace tarde para tu baño y tu padre no aparece. — Buscó la manera de dejar la conversación de lado.

— Eso, evita mis pleguntas.

— Tigrecito...

— Te conozco papi, y sé que no te gustó leel el nomble de esa chica en la pantalla del celulal de papá Kook.

— No digas cosas que no son.

El cachorro entrecerró sus ojitos. — Papi, ve a hablal con él.

— No.

— Eles telco. — Se subió a la cama y se sentó cruzando sus piernitas en posición de flor de loto.

— No soy terco.

— Telco, gluñón y celoso...

— No estoy celoso.

— Papi Tae, tiene celos.

— Un tigrecito se bañara con agua fría.

— ¡Eso es maltlato! Le voy a decil a papá Kook.

— Ve a traerlo.

— Pues voy pol él. — Se puso de pie sobre la cama con la intención de saltar al suelo y buscar a su padre. — Ya vengo...

— No lo estaba diciendo enserio.

— Pues yo sí.

Ve por ese alfa, tráelo. — Pensó. — ¡Noooo! Kim ¿Qué andas pensando? — Se regañó. — No lo hagas, está ocupado con Jisoo. — Dijo con algo de fastidio al pronunciar ese nombre.

— Esos celos hacen daño, te enloquecen, papi. — El cachorro sonrió.

— ¡No son celos! Y no me enloquecen. — Se cruzó de brazos haciendo pucheros.

— Como digas. — El pequeño se bajó de la cama. — No son celos, dices tú, papi fugitivo, aunque si te enloqueciste.

— ¡¿Qué?!

— Sí papi, estás loquito, ¿Quién en su sano juicio quiele bañal con agua flía a su pequeño e indefenso hijo? — Pestañeó repetidas veces fingiendo inocencia. — Eso es de loquitos...

𝐌𝐢 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 𝐑𝐚𝐲𝐚𝐝𝐢𝐭𝐨. ||+18|| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora