🐯 Cap 02

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JungKook llevó a su hijo y omega a una cafetería en donde había juegos para niños, pequeñas piscinas de pelotas, laberintos y una zona de pintura. Aquel lugar estaba cerca de la empresa del alfa.

El pequeño tigre sonreía enormemente al ver a sus padres juntos en la mesa de aquel lugar, movía sus piernitas que colgaban de la silla y jugaba con sus deditos sin dejar de observar a sus padres. TaeHyung miraba las salidas de la cafetería como si analizara por dónde podría salir huyendo. Y JungKook estaba perdido en la hermosa imagen del omega con su pequeño cachorro.

Aun no se creía el hecho de que encontró a su omega y mejor aún que tiene un hijo con aquel hermoso ser que le robó el corazón en aquel encuentro.

— ¿Qué desean tomar o comer? — Preguntó el alfa rompiendo el silencio.

— JungKook...

— Te escucho Tae.

— No quiero nada. — Y el pequeño tigre hizo un puchero. — Solo vine aquí para hablar contigo.

— Sé que viniste a hablar. — Acarició el cabello del pequeño infante. — Pero eso no quiere decir que no podamos comer algo...

— No quiero nada, solo hablemos y así me iré de aquí.

— ¡Papi! — El infante se levantó de la silla y se sentó en las piernas del alfa.

— Dime, tigrecito. — Le sonrió.

— Pol favol acepta algo de comel. — Besó la mejilla del alfa y observó a su padre omega.

— Si rayadito. — Dijo el alfa besando la cabellera de su hijo. — Solo toma algo conmigo. — Aunque sea un té, agua, lo que desees, me lo debes... — Con sus ojos le suplicaba que aceptara. — Café no te ofrezco porque aquella noche me dijiste que no te gustaba. — TaeHyung sonrió. El alfa recordaba ese detalle de él.

— Y a ti no te gustan las donas de limón. — Ambos se sonrieron sin poder evitarlo.

— ¡A mí me gusta la malteada de flesa! — Gritó el infante.

— Está bien. — Dijo el omega. — Quiero un té helado. — JungKook llamó al mesero para realizar su pedido.

— Yo quielo una malteada de flesa. Pol favol. — Pidió el infante.

— Yo pediré una leche de plátano.

El mesero se retiró con la nota del pedido y los dejó de nuevo a solas.

— Bien, Tae, cuando quieras me dices ¿Por qué me dejaste solo en la habitación del hotel? ¿Por qué querías huir en la empresa? Y ¿Por qué dijiste que el cachorro no es mi hijo? — El omega se tensó. Suspiró profundo tratando de controlar sus emociones. — Habla tranquilo. Ya te dije que no voy a reclamar nada. Solo quiero saber lo que sucedió.

El pequeño JungKook se bajó del regazo de su padre y se dirigió a abrazar a su papi. — Tu solo dile todo. — Besó la mejilla del omega. — Papá Kook es muy bueno y te quiele. — Acunó el rostro de su padre omega. — Yo me ilé a jugal en la piscina de pelotas y ustedes hablan mientlas llegan las bebidas. — El infante dio media vuelta y dejó a sus padres.

— Es un cachorro increíble. — Expresó JungKook al ver su hijo irse a jugar.

— He hecho todo lo posible para que sea un buen niño. — Limpió una lágrima traicionera que resbalaba por su mejilla.

— Se nota a kilómetros. — Estiró su mano para tomar la del omega. — Por favor no llores. — El omega entrelazó sus dedos con los del alfa. — Habla con tranquilidad y cuéntame todo. Rayadito, no pienso lastimarte ni de palabra o acciones.

𝐌𝐢 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 𝐑𝐚𝐲𝐚𝐝𝐢𝐭𝐨. ||+18|| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora