𝐌𝐢 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 𝐑𝐚𝐲𝐚𝐝𝐢𝐭𝐨. ||+18|| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞.

🐯 Cap 16

El pequeño sonreía encantado ante las caricias que le otorgaban sus padres en su cabellera. Dentro de aquel automóvil; sus ojos viajaban de un adulto al otro, intentando entender la guerra de miradas que se llevaba a cabo.

Sentía que pasaba algo, y su pequeña mente inició a crear teorías.

— ¿Selá que mis papis se enojalon?

Sus ojitos se posaron sobre el rostro de su padre omega; el cual desvió la mirada, observando a través de la ventana.

— ¿Pol qué no se hablan?

Movió su cabeza, posando sus ojos en su padre alfa, el cual apretaba sus labios.

— ¡Ay, nooo! — La pequeña sonrisa que antes brillaba en su rostro; desapareció. — Es mi culpa... — Abultó sus labios. — Pe-peldón... — Expresó abultando aún más sus pequeños belfos.

— ¿Por qué te disculpas, tigrecito? — TaeHyung dejó de ignorar las miradas del alfa, y se giró un poco; tomando las mejillas del infante entre sus manos.

— Cachorro... ¿Qué sucede? — El alfa entrelazó su mano con la del pequeñín.

— Ustedes... están enojados. — Los señaló.

— No. Cachorro, eso no es así. — Expresaron al unísono.

— Sí están enojados.

— Bebé, ¿Por qué piensas eso?

— Papi... tú y papá Kook no se hablan desde que salimos de la clínica. — Mordió su dedito. — Es pol mi culpa... polque tenías planeado que nos ilíamos a un bosque a acampal, plantal flolecitas y jugal con Tanie. Y ahola polque me enfelmé, ya no lo podemos hacel. — Su labió temblaba, y su pequeña voz se quebró. — Peldón, papi... Yo quelía il a ese bonito lugal, y espelal a que papá Kook llegala con Bam y vel las estlellas juntos.

JungKook y TaeHyung sintieron que su corazón se arrugaba. No pensaron que su actuar, llegara a lastimar a su hijo de esa manera.

— Bebé, no es eso. — Le acarició las regordetas mejillas.

— Cachorro, no pienses eso. — Depositó un besó en la cabellera rizada.

— Entonces... ¿Pol qué no se hablan y solo se milan como si se estuvielan legañando?

— Porque tu papá Kook me está molestando con la caja esa.

— Yo solo quería seguir provocando a tu papi.

La curiosidad de JungKook era más grande de lo que pensó. Y cuando llegó a la clínica; se llevó a TaeHyung a un lugar apartado. Intentó preguntar por aquellos objetos, pero el omega salió corriendo. No sin antes gritarle que dejara ese asunto enterrado.

Allí empezó una guerra de miradas, en donde JungKook le recordaba que ese asunto no sería enterrado. Y TaeHyung lo golpeaba mentalmente por provocar que las piernas le temblaran cuando el alfa le enviaba mensajes en donde le decía que quisiera ser partícipe de sus grandes vibras.

JungKook lo hacía con toda la intensión de verlo sonrojado. Amaba verlo enojado y apenado.

— ¡Maldita caja! — Pensaron en sincronía.

— ¿Me pueden lespondel...?

— Tigrecito, no estamos enojados contigo...

— Entonces, ¿Están enojados entle ustedes?

Alfa y omega negaron efusivamente.

— Pequeño tigrecito, tu papi sólo estaba jugando a ser un tigre de hielo fugitivo.